Opinión

Colapso judicial

INDIGNA OBSERVAR imágenes, como las que publicó este periódico, de cientos de tomos amontonados en un juzgado de Lugo, de sumarios de casos inconclusos, sin resolver. Podríamos darnos por satisfechos si se tratase de un caso puntual o único, pero no es más que el reflejo de cómo (mal) funciona la Justicia, aquí y más allá. Pero con independencia de la anomalía que el desarreglo genera para el ciudadano, y más para el directamente afectado por el colapso, que es mucho, preocu
pa tanto o más que nadie se aplique ya en resolver el desbarajuste.

Como justificación, siempre se apela a la falta de medios, materiales y humanos, y con ello parece cerrarse toda posibilidad de dotar a los juzgados de los mecanismos  que necesitan para ponerse al día. Puede que haya casos de apatía y desidia, de funcionarios holgazanes, pero es evidente que existen carencias que imposibilitan la rehabilitación, y eso solo se consigue con presupuesto y, sobre todo, con voluntad de arreglarlo, que ahora mismo no asoma por ninguna parte. Si hay dinero para sustentar muchas chorradas, revitalizar la Justicia no es ninguna chorrada. Necesita que alguien agarre el toro por los cuernos.
 

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