Opinión

El pulpo que viene

El pulpo fue siempre un plato exquisito, no valorado como se merece por ser barato. Ahora sigue siendo igual de apetitoso, pero demasiado caro, lo cual dificulta su consumo. El elevado precio le resta popularidad, afectando especialmente a Galicia, por liderar su producción y comercialización en la UE. ¿Cuál es la causa? Seguro que hay más de una, pero dicen que la que más influye en su carestía es la euforia desatada por el cefalópodo en los Estados Unidos. Como pudiese parecer, el nivel de capturas no ha variado mucho en la última década, pero el hambre de pulpo al otro lado del Atlántico ha disparado su cotización, y eso que el mercado intracomunitario genera en torno a 462 millones de euros de las 47.342 toneladas vendidas en Europa. Claro que el pulpo es también ampliamente consumido en la gastronomía japonesa y china. Los nipones suelen comerlo incluso crudo, especialmente como parte de un buen sushi. Y los griegos adoran preparar platos con pulpo a la parrilla. Habrá que esperar algunos meses para saber si los expertos confirman la acuicultura como alternativa viable al auténtico, pero el de factoría ya no será el mismo, como sucede con otros tipos de pescado. Avances con retroceso.

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