AL refrescar este periódico el controvertido avistamiento de un ovni en Friol, en marzo de 1996, con la muy supuesta presencia de humanoides que "saltaban como monos", decía el visionario de San Pedro de Vilalvite, me recuerda una trola ufológica de Ombreiro, que se publicó, creo, en la década de los setenta, de acuerdo con los referido por un lucense que aseguró haberlo "presenciado". Al día siguiente le requerí más información, para concretar sus testimonios, y acabó confesando, abochornado, que se lo había inventado, pidiendo a la vez que no se desentrañase la inexplicable fábula. Podía perjudicarle en el trabajo y ser objeto de guasa entre sus amigos. Meses después pasó por la Redacción un pretendido investigador de este tipo de fenómenos, enseñando de su archivo el recorte de aquel ovni de Ombreiro, en cuyo caso estaba muy interesado, pues en sus primeras pesquisas había constatado, dijo, su veracidad. Se fue contrariado, convencido de que se le negaba información, ya que tampoco se le advirtió sobre la falsedad de lo que él creía irrefutable. Patraña que se suma a las muchas trolas que rodean este tipo de enigmas, aderezando el quimérico mundo de la ufología, nutrido de crédulos, embaucadores y vivales de variado pelaje. Pillos los hay en todas partes.
