La segunda división alemana nos ha dejado una escena que quedará grabada en la historia del fútbol. En el partido entre el Duisburg y el Ingolstadt se ha podido observar un gol increíblemente absurdo (segundo 00:16-00:23).
El portero del Duisburg decidió irse a por una botella de agua y desatender por completo al partido, a pesar de que los rivales se acercaban a su área. El desenlace final fue el gol del equipo visitante y la estupefacción de todo el estadio.