La canibalización de las renovables por el precio eléctrico: su crecimiento amenaza sus ingresos

La producción de energía con fuentes limpias aumenta mientras la demanda baja y eso está hundiendo los precios de la electricidad, lo que puede ahuyentar inversiones si no son rentables
Una huerta solar en España. EP
photo_camera Una huerta solar en España. EP

El desplome de los precios de la electricidad en el mercado mayorista —en el que cada día se vende y se compra la energía que se consumirá al siguiente y se determina su coste para cada hora— tiene su cara y su cruz. El hecho de que el megavatio hora (MWh) esté por los suelos es positivo para el bolsillo de aquellos consumidores con tarifas vinculadas a ese ‘pool’, como la regulada —la PVPC—, pero puede convertirse en una amenaza para la rentabilidad de algunas tecnologías de generación si se prolonga en el tiempo y ahuyentar inversiones.

En lo que va de abril llevamos ya ocho días en los que el mercado ha registrado precios negativos durante varias horas —una treintena—, una situación que hasta el pasado día 1 nunca se había dado. A ellas se suman infinidad de horas con el MWh a cero euros. ¿Por qué este hundimiento? Básicamente porque hay un exceso de energía en España. Dicho de otra manera: se produce más de la que se necesita en un escenario en el que el consumo ha bajado o niveles de hace 20 años y la generación ‘verde’ va a más espoleada por los planes de descarbonización. Los trenes de borrascas también contribuyeron, al estimular la eólica y, especialmente, la hidroeléctrica. 

Para entender qué sucede hay que explicar cómo funciona el ‘pool’. Los precios se fijan mediante el llamado sistema marginalista, por el cual la demanda se empieza a cubrir con las fuentes más baratas y, la más cara de todas las que entran, es la que marca el precio. Las renovables, la hidroeléctrica y la nuclear ofertan a cero euros, así que cuando la producción de estas fuentes es suficiente para satisfacer el consumo, la cotización se queda en cero euros. Y, si incluso sobra, se pueden dar precios negativos como los que se están viendo —hoy entre las 12.00 y las 19.00 horas el megavatio estará en -0,01 o -0,02 euros—.  

CONSECUENCIAS. La clave está en cuánto se extenderá en el tiempo está situación. Con la llegada del buen tiempo se espera que los precios suban, pero está por ver si alcanzarán niveles que entren dentro de la normalidad. Al respecto, el consejero delegado de Iberdrola, Mario Ruiz-Tagle, advirtió este miércoles que si se convierte "en un problema estructural" generará "una serie de desincentivos que pueden afectar en el camino de la transición energética". 

El sector de las renovables teme el impacto sobre su negocio de esta canibalización de los precios eléctricos, que se denomina así porque es la expansión de las propias renovables la que puede poner en peligro la rentabilidad de las instalaciones y frenar nuevos desarrollos al tumbar los precios eléctricos. Una situación sobre la que también alertó  el presidente de APPA Renovables, Santiago Gómez: "Puede desincentivar la inversión e incluso provocar la quiebra de algunos agentes".  

¿Cuándo el precio es negativo, el sector llega a pagar por producir? Es una situación que sí puede darse, aunque las eléctricas no venden toda su generación en el mercado mayorista. Firman contratos bilaterales con un comprador en el que pactan un precio a largo plazo en el que no influirán los vaivenes del mercado mayorista. Hay que tener en cuenta, además, que las subastas de potencia renovable que lanza el Gobierno tienen una retribución garantizada. Con todo, la última tuvo lugar en noviembre del 2022 y fue un desastre: de los 3.300 MW para eólica y fotovoltaica en juego, solo se adjudicaron 45,5 MW eólicos.

SOLUCIONES. El sector energético pide tomar medidas para evitar un colapso. Llaman a dar un empujón a la electrificación para aumentar la demanda. También piden dar pasos adelante en almacenamiento para evitar que se ‘tire’ energía en momentos de bajo consumo y elevada producción.

 El experto energético y director general de Gese Servicios Energéticos, Diego Mateos Amann, defiende que Europa tendría que cambiar la forma de fijar el precio de la energía en el mercado eléctrico para garantizar un sistema "viable económicamente". Advierte que "en estos momentos nadie quiere invertir en renovables".
 

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