La brecha salarial entre los países europeos sigue siendo relevante aunque se ha recortado de manera ostensible. En 2010, un luxemburgués cobraba unos 2.900 euros brutos al mes, la retribución más elevada de la UE y prácticamente once veces más que los escasos 265 euros de media de los búlgaros, los peor pagados. El último estudio de Adecco Group r
evela que, doce años después, los primeros ingresaron por su trabajo 3.713 euros en 2022, un 28% más que en 2010, mientras que los segundos escalaron un 145%, hasta los 650 euros. Aunque esta evolución permitió acortar distancias —los europeos mejor remunerados cobran ahora 5,7 veces lo que ingresan los que salen más malparados—, lo cierto es que en Luxemburgo se gana en poco más de dos meses lo que en Bulgaria se obtiene por un año entero de trabajo.
Dentro de este marco, el informe de la empresa de trabajo temporal —que toma como base los pagos de regularidad mensual, sin contar deducciones y retenciones fiscales y sin pagas ni horas extraordinarias u otros conceptos como atrasos o indemnizaciones— sitúa la retribución media gallega en 1.672 euros. un 8,2% por debajo de la referencia española (1.822 euros) tras experimentar un incremento del 3,2% con respecto a 2021.
Elaborado con datos de Eurostat y de la encuesta trimestral de coste laboral del Ine, el documento ratifica que la nómina de los vecinos portugueses es un 31% inferior a la gallega, lo que se traduce en que en un año reciben 6.216 euros menos, de media, por su trabajo que un profesional contratado en la comunidad.
DIFÍCIL CONFLUENCIA. Pese a los incrementos aplicados al salario mínimo interprofesional de forma ininterrumpida desde 2014, el sueldo medio español sigue por debajo del promedio de los Veintisiete, de 2.302 euros. Cabe tener presente que esta comparativa no tiene en cuenta el poder de compra pues en los países más desarrollados, los ciudadanos suelen afrontar también niveles de precios más altos que en los estados menos avanzados. Aun así, las diferencias retributivas son notorias, con el norte de Europa como el mejor posicionado. Así, en la principal potencia del viejo continente, Alemania, un asalariado ingresa lo que a un gallego le exige cerca de 23 meses de trabajo.
Los peor parados son los países del este. Entre ellos, figura Croacia, el último socio de la UE, a la que se incorporó en 2013, y que el año pasado registró una retribución media de 903 euros brutos mensuales.
