Los casos de odio contra la comunidad LGTBI son menos pero más violentos

De los 48 incidentes comunicados en 2023 a Alas A Coruña, 43 fueron "agresións" ► La inquietud por la salud sexual provoca que el principal motivo de consulta a la asociación fuera sanitario
Alas presentó los resultados de su observatorio en el Concello de A Coruña. EP
photo_camera Alas presentó los resultados de su observatorio en el Concello de A Coruña. EP

La Asociación pola Libertad Afectiva Sexual Alas A Coruña registró el año pasado 48 "incidentes de odio" contra la comunidad LGTBI en Galicia. Son una veintena menos que en 2022, pero, pese a este dato positivo, el cariz de esos sucesos muestra "un aumento no nivel de violencia" contra el colectivo, ya que 43 pueden calificarse como "agresións". Son ataques verbales o físicos y casos de acoso o de agresión sexual. 

La asociación presentó este miércoles el balance anual de su observatorio contra la LGTBIfobia, en el que el contraste entre el "lixeiro" descenso del total de incidentes y la "violencia" predominante en ellos hace que la presidenta de Alas, Ana García Fernández, defendiese "a necesidade de aprobar un pacto de Estado contra os discursos de odio, antesala dos delitos de odio". 

Por cantidad, casi la mitad de estas situaciones se corresponden con insultos. En una de cada tres, los ataques verbales se acompañaron de golpes. Y son violencias, explica el informe, que se incardinan en espacios que forman parte de la vida cotidiana de los afectados. Por cuarta vez consecutiva, la vía pública es el lugar donde ocurren con mayor frecuencia, con once casos. Pero el ámbito privado no siempre sirve de refugio, sino todo lo contrario: nueve de los incidentes denunciados se dieron en el domicilio de la víctima. Les siguen, empatados a seis, los centros educativos, los centros sanitarios y los espacios de ocio. 

En paralelo, llama la atención que, "por primeira vez", se da un incremento en la atención a "persoas maiores de 50 anos". Con todo, seis de cada diez personas que acudieron a Alas A Coruña en busca de asistencia tenían entre 20 y 40 años. En este apartado, la entidad prestó 352 acciones de atención relacionadas con 227 casos, "prácticamente dous novos cada tres días", lo que consolida por tercer año la "estabilización" de la tendencia.

Por primera vez desde que se publica este observatorio, la motivación principal de la consulta fue de tipo sanitario, con 152 casos, lo que García Fernández vincula "ao esforzo que se está facendo en información sobre saúde sexual e prácticas de risco". Le siguen las de carácter social (147) y las judiciales (110), que varían poco. 

En cuanto al perfil del atendido, destaca la heterogeneidad de su procedencia, con hasta 22 nacionalidades distintas. Aunque dos tercios de ellos eran españoles, sobresalen también los colombianos (24) y los venezolanos (14). 

Asimismo, "os homes gais continúan a ser o perfil de persoas que máis se achegan ao observatorio", si bien "nunca tantas persoas heterosexuais fixeron uso do mesmo". Fueron 52, el doble que en 2022. 

Conclusiones

En vista de todo ello, García Fernández apeló "ao conxunto das administracións públicas" a dar respuesta a la demanda de recursos habitacionales de emergencia para víctimas y a garantizar el acceso a la salud mental en el sistema público de salud de forma "eficaz". 

A la vez, instó a la Xunta a una "urxente" actualización de la normativa LGTBI gallega para adaptarla a la estatal, "moito más ampla". 

Con todo, cabe destacar que estas son estadísticas muy condicionadas por el hecho de que Alas esté asentada en A Coruña, de cuyo entorno proceden la mayoría de atenciones y denuncias. Como en las ediciones previas, la entidad vuelve a constatar "dificultades" para recoger información en Lugo y Ourense, donde los datos de los que disponen "non representan a realidade" del colectivo residente en estas provincias, "especialmente nas áreas máis rurais", de ahí su reiteración a "impulsar o asociacionismo LGTBI" en ellas.

Comentarios