Recetas de marisco gallego para triunfar en Navidad

Las fiestas navideñas en Galicia tienen un protagonista indiscutible: el marisco. Esas mesas repletas de centollos, nécoras, percebes y langostinos no son fruto del azar, sino el resultado de una tradición gastronómica centenaria que convierte cada cena en una auténtica celebración de los sabores del mar. 

Preparar marisco gallego para Navidad no requiere que seas un chef profesional, pero sí conocer algunos trucos y recetas que realzan la calidad excepcional de estos productos. Si quieres que tu mesa navideña brille este año, Galicia Marisco te ofrece las mejores opciones de marisco gallego fresco para que tus recetas se vean como nunca.

Centollo relleno, el rey de las mesas navideñas

El centollo relleno es una de esas recetas que impresionan tanto por su presentación como por su sabor. Este crustáceo, típico de nuestras costas, tiene una carne delicada y ligeramente dulce que se presta perfectamente para esta preparación clásica. Lo que tienes que hacer es cocer el centollo en agua con sal, extraer cuidadosamente su carne, picarla y mezclarla con cebolla pochada, tomate, un toque de brandy y su propio coral.

Una vez preparado el relleno, lo vuelves a introducir en el caparazón, lo cubres con pan rallado y lo gratinas al horno hasta conseguir esa superficie dorada y crujiente que tanto gusta. El resultado es un plato espectacular que combina texturas cremosas con el toque crujiente de la capa superior. Te recomendamos servirlo como entrante en una cena especial, acompañado de un vino blanco albariño bien frío que equilibre la intensidad del marisco.

Langostinos al ajillo, tradición con un toque especial

La preparación de los langostinos es rápida pero necesita tu atención para no pasarte de cocción y mantener esa jugosidad característica de los langostinos gallegos. En una sartén amplia, calienta aceite de oliva virgen extra con láminas finas de ajo hasta que comiencen a dorarse ligeramente.

En ese momento añades los langostinos pelados, dejando solo la cola, y los salteas a fuego vivo durante apenas dos o tres minutos. Un chorrito de vino blanco, una pizca de guindilla y perejil picado completan esta receta que debes servir inmediatamente, todavía burbujeante en la sartén. El secreto está en el punto de cocción: los langostinos tienen que quedar tiernos y jugosos, nunca gomosos.

Nécoras cocidas, la simplicidad en su máxima expresión

Las nécoras cocidas demuestran que a veces menos es más. Este pequeño crustáceo gallego, con su carne dulce y delicada, solo necesita una cocción perfecta para convertirse en el manjar más apreciado de la mesa navideña. La preparación no puede ser más sencilla: agua abundante con sal gruesa (aproximadamente 60 gramos por litro) que debe hervir a borbotones antes de que introduzcas las nécoras.

Servir las nécoras con un buen pan gallego y un albariño frío es la combinación perfecta. Algunos comensales prefieren añadir una vinagreta ligera, pero los puristas defendemos que su sabor natural no necesita ningún acompañamiento. Lo verdaderamente importante es la frescura del producto, que en las nécoras se nota de inmediato en el brillo de su caparazón y la firmeza de sus patas.

Vieiras gratinadas, toda la elegancia del mar

Este molusco, símbolo del Camino de Santiago, ofrece una carne firme y sabrosa que se presta a preparaciones más elaboradas. La receta tradicional comienza abriendo las vieiras frescas, limpiándolas cuidadosamente y reservando las conchas más bonitas para presentar el plato.

La carne la sofríes brevemente con cebolla muy picada, ajo y un chorrito de vino blanco. Algunos cocineros añaden jamón serrano picado para darle un toque extra de sabor. Una vez sofrito todo, colocas la mezcla de nuevo en las conchas, la cubres con una capa de bechamel ligera, espolvoreas pan rallado y lo gratinas al horno hasta conseguir esa superficie dorada tan apetecible.

Percebes al vapor, la joya salvaje de las rocas gallegas

Los percebes representan el marisco más salvaje y exclusivo de nuestras costas. Su recolección, arriesgada entre las rocas batidas por las olas, justifica su precio y los convierte en un producto de lujo para las mesas navideñas más especiales. La preparación de los percebes es extremadamente sencilla, pero requiere precisión absoluta para no estropear un producto tan valioso.

El método tradicional consiste en llevar agua a ebullición con abundante sal marina, introducir los percebes y contar exactamente un minuto desde que el agua vuelve a hervir. Inmediatamente los retiras y los sirves en una fuente, todavía calientes. Algunos cocineros prefieren añadir una hoja de laurel al agua de cocción, pero la mayoría coincidimos en que el sabor intenso a mar de los percebes no necesita ningún añadido.

Comer percebes es todo un ritual: sujetas la uña con una mano mientras con la otra retuerces el tallo, dejando al descubierto la carne interior que debes comer de inmediato. Hogar Mania recoge diferentes formas de preparar pescado y marisco que complementan estas recetas tradicionales. El sabor intenso y yodado de los percebes gallegos, combinado con su textura única, hace que sean el marisco más preciado de las celebraciones navideñas.