Unos 20 establecimientos gallegos evitan desperdiciar alimentos con una app
Se han sumado a la aplicación de Too Good To Go, que les permite vender su excedente a precio rebajado. El consumidor reserva un ‘pack’ con productos por el móvil y acude a recogerlo al final del día a locales de restauración y tiendas
Desde que en abril Too Good To Go desembarcó en A Coruña, la iniciativa ha ido sumando adeptos tanto entre los establecimientos de restauración como entre los locales dedicados a la venta de alimentos. La plataforma, que ha desarrollado una aplicación para el móvil que permite a estos negocios vender su excedente diario de comida a un precio reducido en lugar de tirarlo —a cambio de abonar una comisión por cada pedido—, cuenta con 20 establecimientos adheridos en la ciudad herculina y su red incluso ha llegado a Betanzos.
"Tenemos una oferta muy variada, pues se puede salvar comida tanto en fruterías, como panaderías y confiterías; también hay alguna tienda de comida preparada, pizzería y algún restaurante", constata Oriol Reull, el director de Too Good To Goo en España. Y la idea es ir ampliando el radio de acción en la comunidad gallega, visto que "a diario se están vendiendo prácticamente todos los packs disponibles" a través de la app. "Independientemente de dónde estén ubicados, todos los establecimientos que quieran pueden sumarse", explica Reull, que sostiene que la iniciativa tiene vocación de llegar "a los pueblos pequeños".
Too Good Too Go estima que por cada pedido que se ‘salva’ se evitan emisiones equivalentes a un recorrido de 7,9 kilómetros en coche
Para el cliente, la operativa es sencilla, pues basta con descargarse el programa en el móvil, que es gratuito. Una vez activada, la app geolocaliza al usuario y le muestra las tiendas y restaurantes que tiene a su alcance, en los que puede "salvar lotes sorpresa de comida". "Seleccionas tu favorito y eliges el número de paquetes que quieres y, hecho esto, pagas a través de la app y ya solo quedaría ir a recoger el encargo al establecimiento a la hora convenida", indica el ejecutivo. Normalmente, esto suele suceder poco antes del cierre, que es cuando los empresarios pueden prever el producto sobrante que van a tener. Esto mismo explica que el comprador no descubre el contenido de la caja hasta que acude a recogerla.
En cuanto a los precios, por norma general, el consumidor paga un tercio del valor real que hubiese abonado de haber comprado en otro momento del día. "Si un pack incluye barras de pan, algo de bollería y pasteles y hubiese costado nueve euros comprándolo de manera habitual, a través de la aplicación saldría por unos tres". Eso sí, la máxima es que el producto es fresco, aunque ya no valdría para vender como tal al día siguiente.
El éxito de la iniciativa es notorio en el resto del país, pues los negocios adheridos ya superan el millar en toda España, en tanto que la red de usuarios alcanza los 300.000.
IMPACTO. La plataforma pone el foco en el cariz ambiental de la iniciativa. Los cálculos del colectivo indican que por cada pedido de comida que se ‘salva’ se evita la generación de 2,5 kilos de CO2, lo que "equivaldría al mismo dióxido de carbono que emitiría un coche tras recorrer 7,9 kilómetros y a dejar la luz de casa encendida durante toda la semana".
La idea de nego
170.000
Son las toneladas de comida que cada año acaban en la basura en Galicia. Son cifras extrapoladas de un informe de la FAO, que indica que en España se desperdician unos 7,7 millones de toneladas. Además de suponer una aberración en un mundo en el que más de 800 millones de personas pasan hambre, Too Good Too Go apunta que estos desechos son responsables del 8% de las emisiones de gases de efecto invernadero.