Los aranceles chinos ponen en riesgo exportaciones del lácteo gallego por cerca de 79 millones

Tras el varapalo que han supuesto los aranceles impuestos al porcino europeo desde el 17 de diciembre, China vuelve a la carga con la aplicación a partir de este lunes de gravámenes provisionales de entre el 21,9 y el 42,7% a las importaciones de lácteos procedentes de la UE. El Ministerio de Comercio del gigante asiático mueve ficha tras impulsar una investigación en agosto de 2024 a petición de las patronales del sector y concluir, de forma provisoria, que los productos del viejo continente "fueron subvencionados", lo que ha provocado "un daño sustancial" a la industria autóctona.

El queso fresco, la cuajada, el queso procesado –ya sea rallado o en polvo–, el queso azul, otros quesos texturizados, la leche y la nata están entre los afectados.

En el caso de Galicia –principal exportadora a China de España–, la medida supone un lastre después de que las ventas de lácteos rozasen los 79 millones de euros en 2024, lo que supone un récord tras crecer un 5,4% en términos interanuales. Este año, los intercambios se enfriaron sensiblemente, pues entre enero y octubre las exportaciones de leche, nata, quesos, mantequilla, yogures y otros elaborados se tradujeron en 29,7 millones, lo que refleja una caída superior al 58%. Hasta este retroceso, las ventas del sector a la segunda economía más potente del mundo encadenaban crecimientos desde 2015.

Ante la decisión de Pekín, que surge como parte de la respuesta adoptada por las tasas impuestas por la UE a su industria de coches eléctricos, la Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) incide en que los gravámenes chinos "únicamente" penalizarán la nata y los quesos, de manera que "muchos otros productos" que exporta España no estarían afectados. Es el caso de la leche envasada, la leche en polvo, la mantequilla y los yogures. Según la patronal, en 2024 la industria española exportó unas 3.500 toneladas de estos productos. En el mismo periodo, se vendieron 10.700 toneladas de nata, en un escenario en el que China copa el 17% de las ventas al exterior de este artículo. La cuota de Pekín en el segmento de los quesos es más reducida, del 0,64%, con 800 toneladas exportadas el año pasado.

Aunque China es "un mercado importante" para las empresas españolas, la Fenil asume que "las principales damnificadas serán otras potencias europeas", como Francia. Es por ello que el sector anticipa que el excedente de materia que derivará de este palo "puede generar efectos no deseados en el mercado lácteo europeo". Las tarifas, que comienzan a aplicarse hoy, oscilan entre el 21,9% fijado a la italiana Sterilgarda Alimenti y el 42,7% que China cargará a la neerlandesa Friesland-Campina, la mayor cooperativa de Europa. Para las demás empresas que colaboraron en la investigación, el gravamen será del 28,6%, y se eleva al 42,7% para las que no lo hicieron. En España, Capsa —propietaria de Central Lechera Asturiana y de Larsa, con plantas en Outeiro de Rei y Vilagarcía— e Innolact —que produce la marca Quescrem en Castro de Rei— encajarán un arancel del 28,6%.

"La investigación se basa en acusaciones cuestionables y pruebas insuficientes", señaló el portavoz de Comercio de la UE, Olof Gill, que ve "injustificadas" las tasas.

La Xunta: "Os produtos do campo galego non deben ser os que paguen as incapacidades do Goberno central"

Desde la Xunta, el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, instó al ministerio a "facer o posible" para que Pekín vuelva sobre sus pasos. "Os produtos do campo galego non deben ser os que paguen as incapacidades do Goberno", dijo.

UU.AA. llama al ministerio a "mediar"

Ante una medida que vuelve a reflejar el uso del sector ganadero "como moeda de cambio nas guerras comerciais" entre la UE y terceros países, Unións Agrarias expresó su "profunda preocupación". El secretario general, Roberto García, llama al Ministerio de Agricultura a "mediar" para evitar estas "alarmas que en nada benefician a estabilidade das rendas" de las granjas. La central teme "os efectos desestabilizadores" que pueden derivar de este golpe a las exportaciones, pues augura que las industrias pueden aprovechar la coyuntura "como escusa" para tratar de bajar los precios de la leche.

Precios al alza

García advierte que inducir una reducción de las cotizaciones "carecería de sentido" dado que España importa leche al ser su producción deficitaria: "Por cada euro que exportamos de leite, importamos 1,63 euros". Unións también señala que las cotizaciones de los derivados industriales de la leche, mantequilla, grasa o leche en polvo "están en máximos" por la gran demanda internacional y con tendencia al alza.