"La electricidad sigue siendo un lastre para la industria. En Alemania y Francia pagan menos"

Sus raíces están en A Mariña y allí vuelve siempre que tiene ocasión, aunque confiesa que menos de lo que le gustaría. María Couto Alonso está centrada en pilotar Xeal, un grupo con 120 años recién cumplidos que opera dos fábricas y diez centrales hidráulicas. 

¿Qué momento atraviesan las dos ramas de actividad a las que se dedica Xeal, la de ferroaleaciones y la de producción de electricidad?
Nos encontramos en una fase de consolidación y crecimiento. En la división de ferroaleaciones estamos enfocados en mejorar la eficiencia y sostenibilidad de nuestras operaciones, si bien la producción está directamente relacionada con la demanda del mercado y esta se encuentra en un momento delicado. Afrontamos, además, una competencia de países terceros que operan con mayores ventajas competitivas que los productores de Europa. Por ejemplo, no están sometidos a la misma regulación ambiental. Es algo por lo que desde Europa llevamos tiempo luchando. En cuanto a la división de energía, trabajamos también para mejorar la eficiencia y estamos avanzando en proyectos innovadores que diversifican y fortalecer nuestra posición en el sector energético. 

La demanda en ferroaleaciones vive un momento delicado y además afrontamos la competencia de terceros países

Xeal ha cambiado de manos dos veces en apenas cuatro años. Con cada operación se ha hablado de la vocación de permanencia y de una hipotética segregación del negocio de las ferroaleaciones del energético. ¿Hay base para la tranquilidad con el nuevo dueño, Energo-Pro?
Absolutamente. Energo-Pro ha demostrado su compromiso con el futuro de Xeal mediante inversiones significativas y su apoyo a nuestros proyectos estratégicos. Su visión está alineada con el crecimiento sostenible y la estabilidad a largo plazo, por lo que estamos seguros de que esta relación traerá beneficios para Xeal y su entorno. Así lo reflejó el CEO de la compañía, Jakub Fajfr, en el acto de conmemoración del 120 aniversario de Xeal. Dijo: "estamos aquí para invertir a largo plazo, asegurando que Xeal no solo mantenga su actividad, sino que prospere por generaciones venideras".

¿Hay base para la tranquilidad con Energo-Pro como dueño de Xeal? Absolutamente, ha demostrado su compromiso

Xeal está inmersa en dos grandes proyectos: la puesta en marcha de una planta de carbón vegetal en Dumbría y una central hidráulica reversible en Mazaricos. ¿En qué puntos están y que aportarán?
Ambos proyectos están en fase de tramitación administrativa. Nuestra división de ferroaleaciones se enfrenta al reto de la descarbonización para cumplir los objetivos hacia la neutralidad climática en 2050. En el proceso de producción emitimos CO2 al usar carbón fósil como agente reductor, no como fuente de energía. Y por eso, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, Xeal plantea construir en las instalaciones de Dumbría una planta de carbón vegetal que nos permita reemplazar entre un 15 y un 30% del fósil. Conllevará una inversión de 25 millones, para la que tenemos concedida una ayuda de 8,7 millones del Perte de Descarbonización. La Xunta lo acaba de declarar Proyecto Industrial Estratégico. En la división de energía hemos solicitado a Augas de Galicia la concesión administrativa para una central hidráulica reversible en Monte da Ruña, en el concello de Mazaricos, con una inversión cercana a los 400 millones. El objetivo marcado es que más del 80% de la generación eléctrica proceda de fuentes renovables en 2030 y eso es un gran reto cuando las tecnologías que van a contribuir a ese objetivo son principalmente la solar y eólica, que son intermitentes. Por ello, son necesarias otras como el almacenamiento hidráulico que contribuyan a garantizar la estabilidad de la red.

¿Los precios de la electricidad en España siguen siendo un lastre para la competitividad de la industria electrointensiva?
Sí. El barómetro de la Asociación de empresas de gran consumo de energía (Aege) muestra como para los consumidores electrointensivos la energía en Francia es 2,8 veces más barata que en España y en el caso de Alemania, 1,8 veces. La diferencia no viene del precio del mercado, que es más o menos similar o incluso en ocasiones más barato en España, sino que se debe a los costes por los servicios de ajuste del sistema y a las compensaciones por el CO2 indirecto, que son elementos cruciales para la competitividad industrial. Mientras en Alemania dan el 100% de las ayudas permitidas por compensaciones de CO2 indirecto y en Francia el 70%, en España no se alcanza ni el 40%. Esta pérdida de competitividad tiene un impacto directo en las cuentas y se traduce en una reducción de la actividad industrial. Es crucial equiparar nuestras condiciones con las de la industria de nuestro entorno.  

Siempre vuelvo a Foz con mucha ilusión; me siento afortunada de poder conectar con mi entorno y mi gente

¿Se escapa a Foz siempre que puede?
Sí, intento ir siempre que tengo la oportunidad, pero confieso que menos de lo que me gustaría. A Mariña y Foz son mis raíces, de las que estoy muy orgullosa. Me siento afortunada de poder ir y conectar con mi entorno y con mi gente.