Hijos de Rivera compra la destilería gallega que hace la "mejor ginebra del mundo"
Hijos de Rivera da un nuevo paso para ampliar la gama de bebidas que integran su portfolio, en este caso con la adquisición de la destilería gallega que produce una de las ginebras más laureadas en concursos de cata de todo el mundo. Se trata de Vánagandr, fundada en 2014 en Cambre. De la mano de su maestro destilador, Enrique Pena, lleva cosechados más de 40 premios en estos más de diez años de andadura. Entre los reconocimientos destacan el de mejor ginebra del mundo en 2024 y el doble oro conquistado este año en el International Spirits Challengue, la competición de bebidas espirituosas más longeva y prestigiosa a nivel global.
Además, puede presumir de ser la única marca de London Dry española que se ha colgado una medalla de oro y dos dobles oros consecutivos en ese certamen, lo que refrenda su posición en el segmento de alta gama del sector de la ginebra, en pleno crecimiento y con vida más allá del gin tonic.
Vánagandr construyó su destilería desde cero y, tras consultar a fabricantes de todo el mundo para elegir su alambique, optó por uno de cobre tradicional fabricado a mano que forma parte del éxito de su bebida.
Con esa trayectoria de prestigio a sus espaldas, esta destilería pasa ahora a manos del grupo coruñés propietario de las cervezas Estrella Galicia, 1906 o Lupia; de las sidras Maeloc, los vinos de Ponte da Boga o de aguas como Cabreiroá. Esta operación —cuyo importe no ha trascendido— permite a la corporación reforzar su proyecto de destilados, no solo con la galardonada ginera de Vánagandr sino también con el vodka que elabora. Dentro de este segmento, la compañía ya cuenta con la ginebra F de Formentera y los licores de Hijos de Rivera y Quenza. Además, gestiona la distribución de los rones de Arehucas y la gama Destiny Spirits.
Una misma filosofía
El director general de Hijos de Rivera, Francisco Ucha, destacó que comparten con Vánagandr valores como el origen, la "filosofía artesana" de los procesos de elaboración de los productos o la apuesta por la calidad.
De su lado, Enrique Pena celebró la oportunidad de incorporarse a Hijos de Rivera como maestro destilador: "Marca el inicio de una nueva etapa profesional en una empresa con la que comparto la firme convicción por la excelencia".