Moaña facturará tres bólidos de 3.600 caballos para dar caza a las narcolanchas
Dos motores principales de una potencia unitaria de 1.800 caballos, en los que irán acoplados dos waterjets –propulsores con chorros de agua– para alcanzar una velocidad de 57 nudos –105 km/h–, que es al mar como 300km/h al asfalto.
Esas son las impresionantes prestaciones que figuran en la ficha técnica de tres patrulleras que se construirán en los astilleros de Aister, en Moaña, en la misma ría de Vigo por la que no pocas veces han sido perseguidos los narcos en sus veloces planeadoras.
De hecho, el objeto de dotar a estas tres planeadoras de semejante potencia no es otro que el de poder hacer frente a los traficantes, cuyas gomas, equipadas con tres o cuatro motores de 300 caballos cada uno, pueden alcanzar unos 60 nudos –110 km/h–.
Es decir, una velocidad muy pareja a la de las tres potentes patrulleras que se ensamblarán en Moaña. Y en caso de que las narcolanchas vayan sobrecargadas de fardos, la Guardia Civil, destinataria de estas tres unidades, tiene las de ganar.
Las patrulleras componen un encargo de Interior al astillero moañés de Aister, que será posible gracias a los avales de Pymar, sociedad que integra a los principales astilleros privados españoles, en el marco de una colaboración del Ministerio de Industria y de la Xunta que también ha cristalizado en otro encargo para Galicia, en este caso en las gradas ferrolanas de Blascar: la construcción de una draga del tipo gánguil partido autodescargante –un carguero de tecnología innovadora– para el armador francés Océlian.