Nueva Pescanova disparó beneficios en un 2018 en el que invirtió 41 millones

Sede de Nueva Pescanova en Chapela. AEP

El grupo facturó 1.008 millones el año pasado

Nueva Pescanova cerró 2018 con un beneficio neto de 5,4 millones de euros, lo que supone disparar sus ganancias con respecto a los apenas 300.000 euros de 2017 y alejarse de las pérdidas de 2016. Este repunte se produjo en un contexto en el que la multinacional llevó a cabo diversas operaciones de desinversión en negocios relacionados con la fabricación de harinas (Hasenosa), pienso y servicios marítimos en África.

El grupo pilotado por un pool bancario, con el Sabadell y Abanca como principales accionistas, facturó 1.008 millones en 2018, un 1% más con respecto a las ventas del ejercicio anterior.

La firma pesquera con sede en Chapela invirtió 41 millones de euros, una parte de los cuales se dirigió a ampliar su participación (del 15 al 45%) en la firma procesadora de langostinos Abad Overseas. También ha creado junto a la empresa Kabuki una nueva firma (llamada Katei Alimentación) para elaborar comida japonesa para diferentes cadenas de supermercados y de restauración en España, un proyecto que incluye la puesta en marcha de tres fábricas en Canarias, Andalucía y Castilla y León y que generará "alrededor de 300 empleos", según sus cálculos.

El grupo gallego emplea a más de 11.000 personas y comercializa sus productos en más de 80 países

Asimismo, Nueva Pescanova abordó la compra de la sociedad comercial Unickfish en Sudáfrica e inició la construcción de los nuevos barcos que renovarán parte de la flota del Grupo: tres para la pesca de merluza en Namibia y cuatro para el langostino en Mozambique.

Otra de las iniciativas que arrancó en 2018 fue la construcción de un centro de I+D+i especializado en acuicultura en O Grove, según ha destacado la compañía en su informe de resultados.

El grupo gallego emplea a más de 11.000 personas y comercializa sus productos en más de 80 países, de acuerdo con sus datos.