Galicia contará en 2026 con su primera planta pública de reciclaje de textil

Galicia contará en 2026 con su primera planta pública de reciclaje de residuos textiles, que estará ubicada en el complejo ambiental de Sogama, en Cerceda. El Consello da Xunta aprobó este lunes destinar 14 millones a la construcción de unas instalaciones con capacidad para procesar 3.000 toneladas al año, aunque con vistas a su ampliación hasta las 24.000.

El presidente del Gobierno gallego, Alfonso Rueda, recordó que el próximo enero entrará en vigor la obligación de los concellos de “recoller de forma separada” este tipo de desechos en aplicación de la Directiva europea 2018/851 y de la ley estatal de gestión de residuos y suelos contaminados. La idea es que la nueva planta, cuyas obras se licitarán antes de fin de año para que estén acabadas antes de 2026, sirva para acoger el textil que envíen los 295 concellos adheridos a Sogama.

La conselleira de Medio Ambiente, Ángeles Vázquez, se encargó de ahondar en los detalles del proyecto. En su exposición señaló que, hoy por hoy, en la bolsa negra que procesa el complejo de Sogama llega “un 7% de residuo textil”, lo que se traduce en unas 70.000 toneladas al año. “Temos que traballar arreo para que vaian directamente en contedores separados en orixe”, recalcó la política de Melide, que explicó que en los últimos años los concellos recibieron “incentivos” para contar con contenedores específicos en los que depositar este tipo de restos.

Partidaria de “facer da obriga” que impone la legislación “unha oportunidade”, Vázquez recordó que a partir de 2030 todos los fabricantes de ropa han de utilizar materiales “duradeiros, reciclados e libres de substancias perigosas” para el medio ambiente, además de “respectar os dereitos sociais” en el proceso productivo.

Un gancho para crear un hub del textil

Vázquez auguró que la implantación de estas instalaciones favorecerá la creación de “un hub” de empresas textiles. La idea es impulsar la economía circular.  Preguntada a respecto de si esos residuos podrían ser incorporados al proceso productivo de Altri en Palas de Rei –si el proyecto de la planta de biofibras logra la confirmación de su viabilidad ambiental y económica--, la conselleira señaló que la prioridad es “chegar á xente”, para que los gallegos “tomen conciencia de que temos que reciclar”.  Eso sí, admitió que “a partir de 2030 xa non se poden facer prendas textiles como as que se fan agora”, por lo que remarcó que se abre “unha oportunidade para as empresas” para que desarrollen fibras recicladas.

Otro pilar del proyecto será el control de la trazabilidad de los residuos que entren en el complejo de Cerceda con la creación de una plataforma denominada Traza, que contará con una inyección de 2,1 millones de euros.

En este proyecto, la Xunta dialogó con las entidades sociales, como Cáritas, dado que realizan “unha labor moi importante”, por lo que participarán en el desarrollo de la planta pública.

Vázquez  también aludió a la subida del canon que Sogama aplicará a los concellos en enero, que pasarán a pagar 108 euros por tonelada –desde los 88,05 actuales--, para recordar que la semana pasada trasladó a la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) que la Xunta se hará cargo de hasta el 60% del incremento de la tarifa siempre y cuando “cumpran un destes dous obxectivos”: reducir  un 1% las toneladas que envían a Cerceda en la bolsa negra o incrementar el reciclaje de plásticos, latas y envases en el contenedor amarillo.

Además, recordó que desde el pasado enero el contenedor marrón, al que van los biorresiduos, debía estar instalado en todos los municipios.