Francisco Javier Samper, catedrático de la UDC: "Galicia tiene la quinta parte de las aguas subterráneas de España"
Con 32 años de experiencia en Galicia como catedrático de Hidráulica e Hidrología en la UDC, el ingeniero de Caminos y doctor en Hidrología y Recursos Hídricos por la Universidad de Arizona, en Tucson, Francisco Javier Samper Calvete, está al frente de un equipo que ha desarrollado numerosos estudios sobre las aguas subterráneas en puntos como Ponte Caldelas, Culleredo, Sobrado dos Monxes, Abegondo, Oia o Beariz. El grupo incluso constató con sus investigaciones cómo las excavaciones para construir los túneles del Eje Atlántico de Alta Velocidad entre A Coruña y Vigo "alteraron y secaron pozos y manantiales" porque, frente a lo que se pensaba, el subsuelo gallego, por sus características hidrogeológicas, "no es impermeable".
Con este bagaje, lo tiene claro cuándo se le pregunta si hay o no recurso: "Hay muchísimo más de lo que dicen las cifras oficiales". Y aunque lamenta el escaso interés demostrado hasta ahora por las administraciones —que se han limitado a remitir a la UE los preceptivos informes sobre el estado cuantitativo y químico—, lo que en parte ha llevado a que se desconozca qué volumen se consume, sostiene que "casi la quinta parte de todas las aguas subterráneas de España están en Galicia".
Quienes mejor lo saben, dice, son los habitantes del medio rural, donde señala que en torno a unas 700.000 personas se abastecen de estos preciados reservorios después de impulsar por su cuenta la construcción de pozos y traídas vecinales. Y es que hasta que la Ley de Aguas entró en vigor en 1986 si alguien encontraba agua en una finca y la explotaba, el recurso se consideraba propiedad privada. Luego, ese bien pasó a ser dominio público hidráulico, con lo que su titularidad es del Estado, que gestiona el agua a través de las confederaciones hidrográficas. A pesar de esta situación, muchas captaciones siguen sin estar registradas en Aguas de Galicia, lo que contribuye a que se desconozca el consumo real.
Pese a todo, el potencial por explotar es muy relevante, aunque el experto tiene claro que la hoja de ruta que se dispone a trazar Augas de Galicia no puede pasar por construir pozos muy profundos "con la idea de sacar muchísima agua". El camino a seguir, remarca, debe ser ejecutar muchas infraestructuras de este tipo "repartidas por el territorio".
"Posiblemente no sirvan para abastecer a Vigo o A Coruña. Necesitaríamos centenares de pozos"
A su juicio, este recurso posiblemente no sea idóneo para el suministro de urbes como Vigo o A Coruña, que precisan un caudal de "varios metros cúbicos por segundo", lo que exigiría perforar "centenares de pozos".
Además, Samper señala otra particularidad: aunque hay recursos en el subsuelo "por casi toda la geografía", la disponibilidad es "muy heterogénea". "Es decir, puedes perforar en un punto y te sale un pozo muy pobre y, moviéndote 15 metros en otra dirección, encuentras una captación con mucha agua. Es lo que llamamos heterogeneidad de la permeabilidad, una propiedad física muy variable de unos puntos a otros".
En un escenario en el que el cambio climático altera el patrón de las precipitaciones, el recurso del subsuelo despierta ahora el interés de los poderes públicos. También lo ha hecho el riesgo que entraña la proliferación de episodios de contaminación de las aguas y el elevado consumo de los eucaliptales.
Precisamente, ante los problemas de suministro que podrían derivar de estos episodios, el grupo de investigación de gestión sostenible de los recursos hídricos y del suelo Aquaterra, que encabeza Samper, está trabajando en varias líneas relacionadas con la mejora de la resiliencia de las traídas vecinales y en la construcción de " baterías de pozos" que sirvan para surtir de agua a los vecinos para coyunturas de escasez de recursos. "Por primera vez las administraciones se acercan a nosotros solicitando nuestra asistencia en el uso de las aguas subterráneas", reconoce el profesor.