La impronta de la Iglesia en Galicia: 74 millones de euros gestionados y 136.000 personas atendidas
"Paseniño, sigamos facendo o camiño desta Igrexa en Galicia". Así despedía este jueves el arzobispo de Santiago, Francisco José Prieto Fernández, la presentación de la memoria de actividades de 2023, un acto que reunió en la capital a los obispos de las cinco diócesis gallegas, además de una nutrida representación del clero, las Fuerzas Armadas y la sociedad civil. Con una estructura integrada por 3.659 parroquias, de las cuales el 72% son rurales, un total de 1.145 sacerdotes, 1.465 religiosos y religiosas, 325 monjes y monjas que habitan en 34 monasterios de clausura, 214 misioneros operativos en 43 países del mundo y 53 seminaristas, la Iglesia cerró 2023 con gastos por valor de 73,6 millones de euros.
De este total, más de 19,7 millones sirvieron para financiar la actividad pastoral y asistencial de diócesis y parroquias, en tanto que la segunda partida más cuantiosa, de 16,83 millones fue para conservación de edificios y gastos de funcionamiento. Otros 12,1 millones se destinaron a las retribuciones de los clérigos, en tanto que los trabajadores seglares percibieron 8,85 millones en un ejercicio en el que tocó afrontar 8,5 millones en gastos extraordinarios para rehabilitar y construir nuevos templos, entre otros capítulos.
Estas cargas se afrontaron con unos ingresos equilibrados con los gastos, de los cuales 69,3 millones fueron recursos ordinarios, que se desglosan en 26,3 millones de donaciones de los fieles, más otros 21,6 millones de la 'X' solidaria de la declaración de la renta, a los que se suman 10,76 millones de ingresos corrientes por subvenciones y aportaciones de otras instituciones y otros 10,7 millones del patrimonio inmobiliario, financiero y de actividades económicas.
Quizá la huella más notoria sea la actividad caritativa y de apoyo, con 135.506 personas atendidas en los más de 589 centros sociales y asistenciales que sostienen diócesis, parroquias, congregaciones, Cáritas y otras organizaciones. De la extensa red forman parte una oficina de atención a inmigrantes, refugiados y prófugos, con 789 beneficiarios; una asesoría jurídica; un ambulatorio; 87 residencias para mayores; enfermos crónicos o personas con discapacidad; cuatro de rehabilitación para drogodependientes; 28 centros de menores tutelados con 10.875 pequeños y jóvenes y 420 centros para mitigar la pobreza, entre otros servicios.
La actividad educativa de la institución también es notoria. Aquí operan once colegios diocesanos a los que en 2023 acudían 3.100 alumnos. A ellos hay que sumar más de un centenar de colegios concertados de ideario católico con 60.000 estudiantes. En el resto del sistema educativo, con 1.090 los profesores de religión que enseñan a 312.356 matriculados.
Un patrimonio histórico extenso: 147 bienes de interés cultural
El patrimonio cultural, histórico y artístico que la Iglesia católica gestiona es tan amplio que abarca 147 Bienes de Interés Cultural (BIC), entre los cuales la catedral de Santiago es el de mayor proyección con 2,6 millones de visitas. De las cinco diócesis, la compostelana fue la que más recursos gestionó hace dos años para acometer hasta 38 proyectos de construcción y rehabilitación de templos, casas rectorales o retablos, entre otros bienes.
Entre las expresiones de la fe están los sacramentos. En 2023 se oficiaron 8.119 bautismos, un 7% menos que en 2022; 9.574 primeras comuniones (-4,7%); 4.761 confirmaciones (-4,4%) y 1.317 matrimonios (-7,8%).
Invitación al Papa León XIV al Xacobeo 2027
El arzobispo de Santiago, Francisco Prieto, avanzó que el domingo acudirá en Roma a la misa de inicio del Pontificado de León XIV y que su intención es invitarlo a Santiago en el Xacobeo 2027. Tras constatar que Robert Prevost visitó Santiago —y Lugo— en 1982, "no anonimato entre tantos peregrinos", se mostró confiado en que también "poida vir como Papa".
"Las víctimas de trata y explotación sexual son mujeres invisibles y muy olvidadas. Nos acercamos a ellas para que sepan que no están solas", explicó la educadora social del programa Alumar Raquel Fernández
Desde los centros penitenciarios, hasta el acompañamiento de los enfermos y las familias en los hospitales o a los marineros, el conforto de la Iglesia llega a muchos lugares. De ello dieron testimonio Nieves Espiñeira, la delegada de la pastoral penitenciaria en la Diócesis de Mondoñedo-Ferrol, que relató su experiencia en Teixeiro, y Raquel Fernández, educadora social del programa Alumar, que auxilia a víctimas de trata y explotación sexual.
"Son mujeres invisibles, muy olvidadas", indicó la profesional, que explicó que el equipo acude a clubes y pisos de alterne para ofrecer su ayuda. "Hacemos el trabajo de acercarnos para que sepan que no están solas. La mujer en contexto de prostitución se siente una cosa intercambiable, vendible y utilizable y no se ve merecedora de derechos", reflexionó.