Laura Pato, la sátira ilustrada sobre la vivienda: "La calidad está bajando alarmantemente"

Laura Pato. CEDIDA
La arquitecta y diseñadora ourensana transforma el absurdo del mercado inmobiliario en humor gráfico a través de su cuenta de Instagram Le Petit Patito

Para miles de seguidores, es Le Petit Patito, la cuenta de Instagram que mezcla ilustración, ironía y realidad coruñesa a partes iguales. Detrás está Laura Pato, arquitecta y diseñadora, que lleva casi una década retratando con humor las contradicciones cotidianas –especialmente, el absurdo del mercado de la vivienda– desde una voz tan mordaz como entrañable.

Todo comenzó, recuerda, allá por 2014 o 2015. "Estudiaba arquitectura y siempre dibujé mucho; de hecho, es uno de los motivos por los que elegí esa carrera", cuenta. En los primeros años de Instagram, Pato compartía fotos personales, hasta que decidió empezar a subir sus dibujos. "Me empezó a ir mejor con eso, así que seguí por ahí", resume, como si el éxito hubiera llegado casi por accidente.

Del lápiz a la crítica social

En Le Petit Patito conviven humor, sarcasmo y observación social. Sus dibujos –y últimamente sus reels– son una forma de expresión íntima: "Dibujar me sirve para expresar ideas o pensamientos. En mi vida diaria soy bastante tímida, así que lo que hago es llegar a casa y hacer un dibujito. A veces es humorístico, otras combina la crítica social. Es mi manera de decir las cosas que no digo".

Uno de los fenómenos más virales de su cuenta son los comentarios sobre anuncios de pisos. Su origen, dice, fue tan sencillo como inevitable: "La situación personal de tener que buscar piso. Sin más". Lo que empezó como una queja compartida se transformó en sátira coral sobre los alquileres imposibles y las condiciones absurdas que muchos aceptan como normales.

"El humor abre barreras"

Para Laura, el humor es la mejor vía para hablar de temas serios. "Creo que abre varias barreras. Aunque ideológicamente no pienses como yo, con el humor las ideas entran mejor. Si el discurso no viene muy agresivo, se recibe con más facilidad". Su fórmula funciona: sus publicaciones conectan con miles de personas que se ríen —y se indignan— a partes iguales.

Lo sorprendente, dice, no es tanto la respuesta del público, sino las defensas que despiertan sus sátiras. "Por más inhumano que sea el piso que comparta, siempre hay alguien que lo defiende. Como que, si hay alguien que lo paga, ¿por qué no va a existir? Eso siempre me sorprende", confiesa.

Comunidad pequeña, humor enorme

A pesar de su alcance, Laura asegura que no busca grandes cifras. "Tengo unos seguidores muy fieles. Me siguen desde hace años y entienden el tipo de humor que tengo. Tenemos muchas referencias comunes. No es una comunidad enorme, pero sí con muchas cosas en común", dice. Esa complicidad se nota en los comentarios, donde la ironía se comparte como un lenguaje propio.

Mirar, dibujar y reír

Su rutina creativa, confiesa, es sencilla. "Tengo un trabajo normal de oficina y, en mis ratos libres, miro Idealista recurrentemente. Cuando veo algún piso que me va a generar contenido, me lo guardo. Por la noche, en media horita, hago el reel. No tiene mucha ciencia: se nota que la edición es muy de andar por casa".

Más allá de Instagram, su trabajo empieza a circular en otros espacios. "Voy a participar como moderadora en una mesa de debate sobre vivienda este sábado en Santiago, organizada por el Concello de A Coruña", adelanta. Además, formará parte de una exposición en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de A Coruña (Etsac), que celebra su 50 aniversario. "Voy a exhibir una selección de ilustraciones y tres reels que se proyectarán durante la muestra", explica.

Entre la sátira y la ironía, Laura Pato ha encontrado un lenguaje propio para retratar un tiempo en el que alquilar un piso puede ser una aventura absurda. Con su pato dibujado y su ironía afilada, Le Petit Patito convierte el desánimo en carcajada y el humor en una forma de resistencia urbana.