El PSOE de Santiago culmina su escisión tras un año de riña y se queda con dos ediles
Los últimos en entrar al pleno y sentados al otro extremo de la bancada respecto a sus ya excompañeros de grupo. La escisión del PSOE de Santiago se culminó en la mañana de este viernes, tras casi un año de disputa interna, con el pase de Gonzalo Muíños, Mercedes Rosón, Mila Castro y Marta Álvarez al grupo de concejales no adscritos, lo que deja a los socialistas con apenas dos representantes, Sindo Guinarte y Marta Abal. El líder del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, aseguró que son suficientes para trabajar con toda su "potencia" en "recuperar protagonismo" en la ciudad.
El pleno extraordinario de este viernes en Santiago da carpetazo, al menos oficialmente, a un conflicto entre la dirección socialista y estos cuatro concejales que se manifestó de forma pública cuando, el 23 de junio del año pasado, Muíños, Rosón, Castro y Álvarez rompieron la disciplina de voto en una moción del gobierno de BNG y Compostela Aberta sobre viviendas de uso turístico, que supuso la apertura de un expediente que llevó a su expulsión de la formación, ratificada por Ferraz en marzo, y, ahora, a su salida del grupo municipal.
Pero los díscolos subrayaron que la corporación –con el apremio recurrente por un PSdeG que le acusaba de estar vulnerando sus derechos de representación política al no convocar un pleno para materializar la expulsión también en el grupo– ha terminado ejecutando "unhas resolucións" de partido "se atopan xudicializadas".
Críticas de los ediles
Para los afectados, este pleno "non se tería que celebrar" hasta que los tribunales no se pronuncien y la decisión adoptada "pode ser unha intromisión ou unha distorsión no labor xudicial", además de "unha fraude" a las urnas porque el resto de concejales "falan e actúan como delegados dun estado de partidos" al certificar su paso al grupo de no adscritos y "pouco lles importa o que votaron os veciños".
Así se expresó el ya exportavoz municipal socialista Gonzalo Muíños, que incidió en el enfrentamiento con la cúpula del partido al considerar "clave" para explicar el conflicto las declaraciones del secretario general del PSOE de A Coruña, Bernardo Fernández, diciendo, tras el episodio de la ruptura de la disciplina de voto, "a mí me importa un huevo quedarme sin grupo municipal en Santiago".
"Despois de borrar os nosos nomes, agora comeza a carreira para relegarnos ao ostracismo político, para limitar o noso mandato representativo", lamentó Muíños, recordando que se "excluirá" a los cuatro de "25 órganos de participación política", toda vez que no formarán parte de los consejos de administración ni de participación ni de las comisiones especiales.
"El PSOE está por cumprir as normas"
En este punto del orden del día solo quiso intervenir Sindo Guinarte, y lo hizo de forma sucinta: "Non sei se ten sentido abrir un debate respecto de cumprir ou non cumprir as normas. Se se abre, o PSOE está por cumprir as normas, e é o que se está a facer", zanjó, en línea con el argumento de la dirección socialista de que los concejales no han respetado los estatutos que rigen la formación.