"La Xunta sale al rescate de los concellos al sufragar el 60% del alza del canon de Sogama"

Javier Domínguez Lino, presidente de Sogama, en la redacción de Grupo El Progreso en Santiago. PEPE FERRÍN
Los gallegos debemos ponernos las pilas en materia de reciclaje. El presidente de Sogama señala que los ayuntamientos pueden "reducir hasta en un 50% su factura" con una mejor gestión de los residuos

En febrero Javier Domínguez Lino (Pontevedra, 1968) cumplirá una década al frente de la Sociedade Galega do Medio Ambiente (Sogama), unos años en los que "el esfuerzo" de los 500 profesionales que trabajan para el complejo –que sostiene otros 500 empleos indirectos– permitió consolidar "una empresa modelo en la gestión de residuos tanto a nivel nacional como europeo".

Con una capacidad para procesar un millón de toneladas de desechos tras la ampliación que arrancó a finales de 2017, Domínguez remarca que el complejo de Cerceda tiene hoy "capacidad suficiente" para atender cualquier contingencia que pueda surgir en los otros dos modelos de gestión de residuos urbanos operativos en Galicia, el de Nostián y el de Lousame.  

"Seguiremos teniendo el canon más barato de España"

El impacto del nuevo impuesto estatal al vertido y la incineración provocó unas pérdidas a Sogama de 18 millones de euros el año pasado que la entidad asumió con fondos propios. Este año, ante unas pérdidas previstas de "unos 14 millones", actualizará "por responsabilidad" el canon que cobra a los concellos, si bien el 60% de esa subida correrá a cargo de la Xunta para que siga siendo "el más barato de España".

Cuatro grandes inversiones

La ampliación, que prácticamente permitió doblar la capacidad desde las 550.000 toneladas anuales, es una de las cuatro grandes inversiones que el presidente de Sogama pone en valor al hacer balance. Las instalaciones se "automatizaron" al ser concebidas en línea con la industria 4.0, convirtiéndose "en un referente nacional en eficiencia y eficacia". 

Otro hito ha sido la apuesta por el transporte de los residuos a Cerceda en ferrocarril, un medio "que causa menos molestias" que tráfico de camiones por carretera y que resulta "ambientalmente más sostenible". "Pasamos de enviar un 25% por tren a un 57%". 

En tercer lugar, Domínguez destaca que durante la pandemia "el esfuerzo de la Xunta y el personal de Sogama" permitió que el complejo se preparase "en un tiempo récord de 1,5 meses" para procesar los residuos sanitarios de bajo riesgo que llevaron "al colapso de la planta de reciclaje que el Sergas tenía contratada". "Fuimos capaces de tratar más de 285.000 kilos de residuos no peligrosos y Galicia fue una de las comunidades que no tuvieron problemas en relación a otros territorios". 

La inyección de 45 millones en los dos últimos años para preparar 17 infraestructuras destinadas a la gestión y el tratamiento de los biorresiduos necesarias para implantar el quinto contenedor, el marrón, es el hito más reciente. 

El canon subirá en 2025, pero menos para los que reciclen 

Contestado, el incremento del canon que abonan los 245 concellos adheridos a Sogama en enero se verá paliado al menos en parte "gracias al esfuerzo de la Xunta, que ha salido al rescate de ayuntamientos y ciudadanos y sufragará el 60% del alza", siempre y cuando todos pongan de su parte. El coste pasará de los 66 euros de media por tonelada de este año a 108 en enero. De esos 42 euros, la Xunta pondrá 25, de manera que la tarifa se quedará en 83 para los municipios que "cumplan unos requisitos". 

¿Cuáles son? "Reducir los envíos de la fracción resto del contenedor verde –la bolsa negra– que envían a Sogama en un 1%, incrementar en un 3% la recogida selectiva de envases –el contenedor amarillo– o lograr un aumento del 3% de la recogida de biorresiduos del contenedor marrón".

Para optar al descuento, tocará cumplir al menos uno de estos condicionantes. 

Las políticas del Gobierno "elevaron el canon en 39 euros"

"Gracias a la buena gestión económica y a la buena situación financiera de la sociedad hemos podido tener hasta 2023 el canon más barato de España y seguiremos teniéndolo", indica Domínguez, que señala que fueron esas cuentas saneadas las que permitieron a Sogama "soportar" el impacto del nuevo impuesto estatal al vertido y la incineración, derivado de la ley de residuos de 2022, que supuso un golpe de 9,1 millones. "Lo soportamos con nuestros fondos propios y eso llevó a unas pérdidas de 18 millones en 2023".

Para tratar de revertir la situación, este año, Sogama y la Xunta presentaron alegaciones al Gobierno central para que "eliminase el impuesto o pidiese una moratoria", aunque sin éxito. 

Otro golpe para las cuentas fue la eliminación precipitada de la retribución a la inversión en la planta termoeléctrica. "En su momento, hicimos una inversión que nos garantizaba un 7% de rentabilidad anual. Teníamos derecho a los 18 millones que nos pagaban anualmente hasta el final de su vida útil, en 2026, pero a mitad de 2023 el Gobierno central decidió eliminar esa compensación", explica el primer espada de Sogama. 

Si el impuesto al vertido añadió "12 euros por tonelada" al coste del servicio, esta medida sumó "otros 24 euros". Y la cosa no se quedó ahí, pues en diciembre del año pasado el Ejecutivo de Pedro Sánchez recuperó el impuesto eléctrico del 7%, lo que se tradujo "en otros 3 euros a mayores" por tonelada. 

En esta tesitura, en julio la sociedad mixta –Xunta (51%) y Naturgy (49%)– eliminó la bonificación del 15% a 118 concellos por el despliegue del contenedor marrón. 

Ante unas pérdidas previstas de "unos 14 millones" en 2024 y en una coyuntura en la que resulta "insostenible" pensar en un tercer año en números rojos, Sogama ha optado por elevar la tarifa en enero "en un ejercicio de responsabilidad y de sostenibilidad de la sociedad y el sistema". 

Contundente, Domínguez, constata que "las decisiones del Gobierno incrementaron el canon en 39 euros". 

La tarifa seguirá siendo "la más barata de Galicia y España"  

Pese a la actualización, Sogama defiende que su canon –que quedará en 83 euros a cambio de elevar el esfuerzo en materia de reciclaje– "seguirá siendo el más barato de Galicia y el más barato de España".

Domínguez, que preguntado por la contestación que la subida ha generado a nivel local y en las filas de PSdeG y BNG recuerda que la adhesión al sistema de tratamiento de Cerceda es "voluntaria", señala que, hoy por hoy, Lousame cobra unos 150 euros por tonelada, en tanto que en Nostián la tarifa es de 119. "Y me consta que en 2025 van a tener que subir más", señala el ejecutivo. 

El Ejecutivo central tiene margen de maniobra

Mientras el Gobierno se escuda en que la aplicación del impuesto al vertido obedece a la trasposición de una directiva europea de 2018, Sogama incide en que "18 de los 27 socios de la UE han decidido pedir una moratoria o no implantar el impuesto".

Echando un vistazo a Alemania, Domínguez constata que "tiene 117 plantas de valorización energética" y, sin embargo, no aplica el tributo. "Ahí se demuestra el afán recaudatorio del señor Sánchez, que ha llegado a un acuerdo con Europa para liberar los fondos europeos comprometiéndose a subir el Iva y a implantar impuestos verdes", recalca el pontevedrés. 

El ejecutivo tiene claro que si el Gobierno "rectifica", desarma las medidas fiscales y restablece la retribución a la planta termoeléctrica "Sogama no tendría que actualizar el canon". "Hay una diferencia entre el Gobierno del Estado, que impone, sanciona y grava, y la Xunta, que incentiva y ayuda a los concellos a paliar el afán recaudatorio del señor Sánchez".

Reciclar más para reducir la factura "hasta en un 50%"

En un escenario en el que la ratio de reciclaje de los residuos de las principales ciudades oscila entre el 15 y el 20%, Galicia va muy rezagada frente a País Vasco o Navarra, que llevan la delantera con un peso del 40% y aun así no llegan al 55% que la UE marcó para 2025. 

"El problema que tenemos en la comunidad está en el origen, que es donde resulta crucial una buena separación. Los concellos tienen que ponerse las pilas para que puedan enviar menos residuos a Sogama en la fracción resto e incrementar el reciclaje. Sería una fórmula para que consiguiesen más ingresos a través de Ecoembes y Ecovidrio y para ahorrar dinero al reducir los envíos. Con unos buenos índices de reciclaje, los municipios contribuirán a proteger el medio ambiente en mayor medida y podrán reducir hasta en un 50% la factura que Sogama cobra por su servicio", dice el presidente. 

Para dar un empujón a los ayuntamientos, Sogama desarrolló cuatro plantas de compostaje –en Verín, Cervo, Vilanova de Arousa y Cerceda– para procesar los biorresiduos e implantó seis nuevas plantas de transferencia, además de modificar otras siete para dotarlas "de una tolva específica" para la materia orgánica.

Hoy por hoy, estos restos –que por obligación legal desde el 1 de enero de 2024 deben ir al contenedor marrón– suponen "un 40% "de lo que llega a Sogama en la bolsa negra. "Los concellos tienen un trabajo ingente a realizar para reducir lo que nos envían y hacer una recogida selectiva específica de materia orgánica. Además, el canon es mucho más barato que el de la fracción resto. Con todo, a día de hoy, de los 295 adheridos, solo 60 tienen el contenedor marrón", constata el presidente. 

Teniendo en cuenta que la ley de residuos y suelos contaminados prevé multas de hasta 100.000 euros para aquellos municipios que incurran en incumplimientos como no tener implantado el quinto contenedor, Domínguez señala que la Xunta "ha querido ser un poco flexible en el primer año al conocer las dificultades económicas y administrativas" que conlleva la instalación del colector marrón. Con todo, admite que "llegará un momento en que, si no cumplimos", el Gobierno gallego tendrá que "derivar a los concellos las sanciones correspondientes". Y es que tanto Europa como el Estado "están advirtiendo a las comunidades del incumplimiento".

"La planta para el textil clasificará por materiales para su envío a recicladores"

El presidente de Sogama tiene claro que el futuro exige que los residuos "pasen a ser un recurso", lo que implica cerrar el ciclo de la economía circular.

A falta de que la separación de los desechos orgánicos avance y la sociedad pueda producir y comercializar compost –ahora son 60 los concellos con envíos del contenedor marrón, lo que en nueve meses se ha traducido en 2.000 toneladas, cuando la capacidad de las 17 infraestructuras habilitadas para recepcionarlos es de 50.000–, el siguiente reto es "la recogida separada del textil".

La ley estatal de gestión de residuos establece esta obligación a partir de enero de 2025. Para "ayudar" a los municipios a "cumplir los objetivos", la Xunta invertirá 14 millones en la primera planta pública de Galicia para la gestión y recuperación de residuos domésticos textiles, que operará en 2026. 

Recuperar los residuos textiles

Domínguez constata que hoy apenas "se recicla separadamente un 10%", cuando al complejo de Cerceda "llega un 7% de residuos textiles en la fracción resto, que vienen contaminados y mezclados". Son alrededor de 56.000 toneladas.

"Nuestra intención, con esta nueva planta de clasificación textil es, primero, acompañar, ser complementarios y no competencia para las empresas de economía social que ya están haciendo su recogida y que, en algunos casos, incluso tienen planta de clasificación", explica Domínguez. La idea es aumentar el reciclaje de este material y evitar "que acabe fuera de la comunidad porque no tengamos capacidad".

En las nuevas instalaciones, ubicadas en el complejo de Cerceda, "se hará una clasificación de los materiales y colores para luego trasladar ese residuo a los recicladores". La planta tendrá una capacidad inicial de 3.000 toneladas, aunque será "escalable, en función de las necesidades, hasta las 24.000".

Con todo, para que funcione, la labor municipal es clave. "Estamos en manos de los concellos, que tienen que implantar esa recogida selectiva". La idea es que lleguen a acuerdos con operadores como Cáritas y Humana, que ya tienen contenedores. 

Digitalización e IA

La planta de textil forma parte del plan estratégico 2024-2030, que Sogama presentará antes de fin de año. También comprende "la digitalización de todo el proceso de tratamiento de los residuos para "analizar su trazabilidad" desde su entrada en las plantas de transferencia.

Además, existe "un proyecto piloto" con la portuguesa Lipor para incorporar la robotización y la inteligencia artificial a la clasificación de residuos para "ganar en eficiencia y eficacia".

Y en materia de descarbonización, se "sustituirá" el gas natural de la planta de cogeneración en 2027 "por un gas renovable para el biosecado de los residuos" que se valorizan energéticamente. En paralelo, el complejo se ha equipado con 3.300 placas fotovoltaicas para transitar "hacia la autosuficiencia energética".

"Se incrementará la cuantía para campañas de sensibilización"

En un continente en el que están operativas 505 plantas de valorización energética de residuos, Javier Domínguez incide en que se trata de un sistema "avalado por la UE" y que en Galicia ha permitido "eliminar los más de 300 vertederos municipales que había y 3.000 vertidos" desde su creación en 1992. Frente a las críticas de PSOE y BNG, señala que mientras Sogama envía un 21% de residuos a vertedero, en Nostián la ratio es del 50% y en Lousame, del 64%. 

Objetivo: vertido técnico '0'

Y la intención es progresar, pues aunque Sogama está "en muy buena posición", al haber batido ya el objetivo de 2025, en 2035 aspira a conseguir "el vertido técnico cero", que consiste en enviar solo un 10% de desechos a vertedero. Este "último eslabón es el más contaminante, pues emite un 175% más de gases de efecto invernadero que la valorización energética", indica el presidente. 

Más fondos para concienciar

La semana pasada, Xunta, Sogama y Federación Galega de Municipios e Provincias consensuaron que tanto el Gobierno gallego como los consistorios "incrementarán la cuantía económica a destinar a campañas de sensibilización y concienciación de los ciudadanos en 2025". Además, la Xunta creará una oficina técnica de apoyo a los ayuntamientos en la gestión de residuos.