La energía que renueva los pueblos: Extremadura bulle con la energía solar
"Haz lo que puedas, con lo que tengas, donde estés". La frase es del presidente estadounidense Theodore Roosvelt, pero los vecinos de la localidad cacereña de Logrosán parecen haberla hecho suya. Tienen terrenos y sol y se han convertido en un referente en el desarrollo de los parques fotovoltaicos en España. Hace años que Logrosán enterró su pasado minero, el que le llevó a extraer la mitad del fosfato de calcio producido en toda España para fabricar fertilizantes químicos. Ahora sus vecinos levantan la vista al sol y ven una nueva fuente de recursos y prosperidad para el municipio.
Enel Green Power España va a invertir 94 millones de euros en la zona
En Logrosán son poco más de 2.000 habitantes, un tercio de los cerca de 6.600 vecinos contabilizados en 1960. “Levo 31 años siendo el pediatra de Logrosán. Desde los años 2000 para acá, ha habido un evidente descenso de nacimientos”, apunta Juan Carlos Hernández, que es también el alcalde de la localidad.
La capacidad de los parques será de 126 MW (378.000 paneles solares)
El parque estará en funcionamiento a finales de 2019
Juan Franco es uno de los que han venido a Logrosán a trabajar en la construcción del parque fotovoltaico. Lo suyo en realidad es un retorno. El responsable de la planta de EGPE en Logrosán nació en Extremadura. Tras pasar por Turquía, Brasil o Uruguay a lo largo de su carrera profesional, ha vuelto a casa. Este ingeniero de caminos cambió la obra pública por las energías renovables. Al conocer que se abría un proyecto en su tierra no lo dudó. Ahora se enorgullece de lo mucho que están cambiando los pueblos de la zona gracias al desarrollo de las renovables y presume de la calidad de la materia prima local: "En Extremadura tenemos el mejor sol de España y diría que hasta de Europa", afirma.
La energía generada equivale al consumo de más de 60.000 familias
Razón no le falta. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (Ine) indican que la provincia de Cáceres contabiliza 3.000 horas de sol al año, una cifra que está atrayendo a numerosas empresas del sector energético y que abre nuevas oportunidades de empleo la región, que arrastra una tasa de paro del 22,5%.
Se evitarán 160.000 toneladas de CO2
Anabel Guillermo llegó hace seis años a Logrosán. Hace meses vio un anuncio en Facebook sobre la próxima construcción de un parque fotovoltaico en el pueblo. Se informó en el ayuntamiento y fue uno de los 265 vecinos que realizó uno de los cursos gratuitos de montaje de placas y estructuras organizados por la filial de Endesa. Desde enero trabaja en las obras, comprobando que todos y cada uno de los 378.000 paneles solares que se están colocando estén bien montados.
Mucho más que empleos
Pero al margen de los 650 empleos directos e indirectos generados en la fase de construcción, el proyecto que desarrolla Enel Green Power España trae otros beneficios para Logrosán. La empresa realizará auditorías energéticas para reducir el consumo energético en 15 edificios públicos de la localidad y, en tres de ellos, se instalarán placas fotovoltaicas de autoconsumo.
265 vecinos reciben cursos para trabajar en parques renovables
650 personas trabajan en el proyecto
Isabel hace sus cálculos para saber cuánto se van a ahorrar en la factura energética: por un lado, con la auditoría energética y los cambios de iluminación a tecnología led, más eficiente y, por otro, con el autoconsumo. EGPE instalará en el tejado las placas fotovoltaicas que actualmente se están utilizando para dar electricidad a la zona de construcción del parque: 10 KW de potencia, con lo que “vamos a reducir en un tercio el gasto en electricidad” y, además, “la duración de las placas es de 25 años, por lo que no es una ayuda puntual, se va a notar a lo largo de los años”, apunta satisfecha.
Instalación de soluciones energéticas eficientes en instalaciones públicas
Dotación de 230.000 euros para planes de la comunidad de la zona
De momento, la pujanza de las renovables promete dar nueva vida a la zona, incluso a las minas, abandonadas hace años. Maripaz Dorado, arqueóloga, se muestra esperanzada en que los recursos que las renovables van a aportar a las arcas públicas puedan destinarse a invertir en otros proyectos como, por ejemplo, la explotación turística de las minas. Mientras recorre las galerías del la Mina Constanza, donde hace décadas se extraía el fluorapatito que fue el combustible de la economía local durante años, se muestra confiada en que la despoblación provocada por el fin de la minería en Logrosán se revierta, al menos parcialmente, con la explotación de nuevos recursos energéticos. Esta vez a cielo abierto.