Mecánicos alertan del error al arrancar el coche que puede costar 5.000 euros

Un coche
Este mal hábito está provocando averías graves y reparaciones costosas en vehículos de toda España, según advierten los expertos

Millones de conductores españoles cometen cada mañana un error aparentemente inofensivo que puede terminar costándoles hasta 5.000 euros en reparaciones. Según ha alertado el taller mecánico @auto.carrascosa a través de su cuenta de TikTok, forzar el motor cuando aún está frío, especialmente durante los meses de invierno, provoca un desgaste prematuro en componentes esenciales del vehículo que, a la larga, deriva en costosas intervenciones mecánicas.

Este hábito, tremendamente extendido entre los propietarios de automóviles, se relaciona con la forma de conducir durante los primeros minutos tras el arranque. "Muchas personas arrancan el coche y salen inmediatamente a toda velocidad, sin dar tiempo a que el aceite se caliente y lubrique adecuadamente todas las piezas del motor", señala el experto. Esta práctica somete a los componentes mecánicos a un estrés innecesario que puede tener graves consecuencias con el paso del tiempo.

La situación se agrava especialmente en las frías mañanas de invierno, cuando el aceite se encuentra más viscoso y su capacidad para fluir y lubricar adecuadamente todas las piezas móviles del motor se ve notablemente reducida.

¿Por qué es tan perjudicial arrancar y acelerar inmediatamente?

El problema principal radica en que, al arrancar en frío, el aceite del motor presenta una viscosidad mayor que dificulta su correcta circulación por el sistema de lubricación. Cuando un conductor acelera bruscamente o mantiene revoluciones elevadas sin haber permitido que el motor alcance su temperatura óptima, se produce lo que los profesionales denominan "lubricación deficiente".

Esta falta de lubricación adecuada genera un rozamiento excesivo entre piezas críticas como pistones, cilindros, cojinetes y árbol de levas. Con el tiempo, este desgaste prematuro puede derivar en averías graves que requieren reparaciones complejas, incluyendo en algunos casos la reconstrucción parcial o total del motor, con costes que pueden ascender hasta los 5.000 euros en modelos más sofisticados o de alta gama.

Un dato revelador aportado por el taller es que han atendido "motores con menos de 100.000 kilómetros que han necesitado reconstrucciones completas debido a este tipo de conducción", lo que demuestra la gravedad del problema.

Recomendaciones para proteger el motor al arrancar en frío

Los expertos mecánicos proponen una serie de prácticas sencillas pero efectivas para evitar dañar el motor, especialmente durante la época invernal:

1. Esperar brevemente tras el arranque: Permanecer entre 30 segundos y un minuto con el motor encendido antes de iniciar la marcha. Este corto intervalo permite que el aceite comience a circular y a lubricar las partes móviles del motor.

2. Conducción suave inicial: Durante los primeros kilómetros, es crucial conducir de manera moderada, evitando aceleraciones bruscas y manteniendo un régimen de revoluciones contenido (por debajo de las 2.500 rpm en motores diésel y 3.000 rpm en gasolina).

3. Respetar el tiempo de calentamiento: No exigir el máximo rendimiento al motor hasta que el indicador de temperatura muestre que se ha alcanzado la temperatura óptima de funcionamiento, lo que habitualmente sucede tras unos 5-10 minutos de circulación.

Consecuencias económicas de ignorar estas recomendaciones

El impacto financiero de desatender estos consejos puede resultar considerable. Las averías más frecuentes relacionadas con este mal hábito incluyen:

- Desgaste prematuro de cilindros y pistones
- Daños en los cojinetes del cigüeñal
- Problemas en el árbol de levas
- Deterioro acelerado de la bomba de aceite
- Mayor consumo tanto de aceite como de combustible

Además del coste directo de la reparación, que como hemos mencionado puede alcanzar los 5.000 euros, es importante considerar los gastos indirectos como el tiempo de inmovilización del vehículo, la necesidad de transportes alternativos y, en determinados casos, la depreciación del automóvil.

¿Afecta por igual a todos los tipos de vehículos?

Aunque este problema afecta a todos los vehículos equipados con motor de combustión, existen diferencias significativas según el tipo y la antigüedad del automóvil:

Los coches diésel modernos, dotados con sistemas de inyección de alta presión, suelen mostrar mayor sensibilidad ante este tipo de conducción incorrecta. Por su parte, los vehículos más antiguos, fabricados antes del año 2000, generalmente disponen de sistemas de lubricación menos eficientes en frío, por lo que requieren un tiempo de calentamiento más prolongado.

En el caso de los vehículos híbridos, estos suelen iniciar la marcha utilizando el motor eléctrico, lo que reduce considerablemente el estrés inicial sobre el motor de combustión. Los vehículos completamente eléctricos, como es lógico, no experimentan esta problemática al carecer de motor térmico.

¿Qué ocurre exactamente en el motor cuando arrancamos en frío?

Durante el arranque en frío, la temperatura del aceite es similar a la del ambiente exterior. En días fríos, esto significa que el lubricante puede estar a temperaturas cercanas o incluso por debajo de los 0°C, lo que aumenta considerablemente su viscosidad. Un aceite más espeso circula con mayor dificultad por los conductos y galerías del motor, creando una situación en la que algunas zonas críticas pueden recibir una lubricación insuficiente durante los primeros segundos de funcionamiento.

Cuando el conductor acelera bruscamente en estas condiciones, aumenta la fricción entre componentes metálicos que todavía no están adecuadamente lubricados. Estudios técnicos han demostrado que más del 60% del desgaste total de un motor puede producirse durante estos primeros minutos de funcionamiento en frío si no se respeta el período de calentamiento.

La importancia del mantenimiento preventivo

Además de una conducción adecuada, los especialistas hacen hincapié en la relevancia del mantenimiento preventivo para evitar problemas mayores:

- Cambio regular de aceite y filtro: Seguir las especificaciones del fabricante y considerar intervalos más cortos si se realizan habitualmente trayectos breves.

- Utilización de lubricantes de calidad: Emplear aceites con la viscosidad apropiada para las condiciones climáticas de cada zona. En regiones donde los inviernos son especialmente fríos, pueden ser recomendables aceites con propiedades específicas para bajas temperaturas.

- Revisión periódica del sistema de refrigeración: Un termostato defectuoso puede impedir que el motor alcance su temperatura óptima de funcionamiento, prolongando innecesariamente el período crítico de funcionamiento en frío.

"La inversión en un buen mantenimiento y unos minutos de paciencia cada mañana pueden ahorrarte miles de euros a largo plazo", concluye el mecánico, recordando que los pequeños hábitos cotidianos son determinantes para la longevidad de un vehículo que, para muchas familias españolas, representa una inversión considerable.

¿Cómo reconocer si el motor de tu coche ya presenta daños por arranques en frío?

Existen varios indicadores que pueden alertar sobre un posible daño causado por arranques en frío y aceleraciones prematuras. Entre los síntomas más comunes se encuentran un incremento en el consumo de aceite, ruidos metálicos al arrancar (especialmente un característico "taqueteo" que puede indicar desgaste en los casquillos), pérdida de potencia y un aumento en las emisiones de humo azulado por el escape.

Los expertos recomiendan prestar especial atención a estos signos durante los meses más fríos del año, cuando el riesgo de daño por arranque en frío es mayor. Ante cualquier síntoma sospechoso, lo más aconsejable es acudir a un taller especializado para realizar un diagnóstico completo que permita detectar posibles problemas en sus fases iniciales.