Vázquez Figueroa: ''Un gallego amigo que es comedor de percebes, me reconoció que las clacas de Lanzarote están incluso mejor''

El escritor, corresponsal, navegante, inventor...Alberto Vázquez Figueroa no consigue recordar para GG ni un sólo plato que no haya probado en cualquier lugar del mundo a lo largo de su vida, que discurrió por los cinco continentes, desde su nacimiento en Canarias en 1936, luego en África, donde vivió el exilio de su familia y donde quedó huérfano y fue educado por el coruñés Manuel Rodríguez Paseiro, conocido como "Caid Manolo" fundador de la ciudad El Aaiún  en torno a un pozo de agua construido para las tribus nómadas. Tras varias vueltas por el mundo, Vázquez Figueroa vive entre Madrid y Lanzarote y espera la publicación de su libro "El mar en llamas", recién entregado, del que habló en Ourense por tratarse del primero en 500 años de imprenta que se editará de forma que consuma un 30 por ciento menos de papel.

                                       



Pregunta: Cuál es su comida favorita y cuál la que menos le gusta?

Respuesta
: Siempre prefiero el prescado aunque mi mujer cocina de maravilla el cocido madrileño... en realidad tengo suerte porque es una excelente cocinera y todo lo hace bien.
En relación a lo que no me gusta, me crié en África durante 21 años, parte de ellos en la selva y luego 14 más en Sudamérica, fui buceador y navegador así que no hay nada que no me guste. Sólo no puedo comer el ajo, aunque me encanta, porque en 1969 me mordió un murciélago hematófago en la Amazonia ecuatoriana y como hacen siempre, me inoculó una sustancia que hace la sangre más fluída, algo que es muy bueno porque nunca sufro de nada pero me dejó el problema de que si como ajo, vomito sangre y ya me pasó alguna vez.
El murciélago en cuestión es el "Desmodus Rotundus", el más feo del mundo pero las tribus prehispánicas de la región ecuatoriana de Papallacta son las más longevas del mundo y atraen a estudiosos por este tema que se atribuye a las mordidas de murciélagos sanos. Otra cosa es que te muerda un murciélago transmisor de la rabia pues en ese caso su mordida puede ser mortal y así ocurre cada año con muchos niños de la zona.

P
: Cuál es su bebida preferida y cuál la que menos pide?

R
: No soporto ningún alcohol salvo los buenos vinos blancos y en casa tenemos normalmente algún albariño Rías Baixas. También me gusta el tinto pero a mediodía no puedo tomarlo porque me adormece y así no puedo trabajar. También me gusta la cerveza.
El último güisqui que tomé fue cuando acabé la carrera para el diploma de Periodismo en 1959 y tampoco me gusta demasiado el "champán" del que sólo bebo medio dedo en las celebraciones navideñas, para colaborar, y si tomo más se me ponen los pelos de punta.

P: ¿Con qué postre le gusta rematar una comida? ¿Quién lo hace?

R: No soy goloso ni habitual de postre, sólo de café tras la comida.

P
: En la cocina, ¿cuál es el plato que mejor prepara?

R: Lo único que hago bien es un plato de pasta, con forma de pajarita, al azafrán con una receta que me publicaron hace tiempo en una revista y que yo inventé después de probar la pasta de un restaurante de Milán, al lado del teatro de la Ópera, donde solía comer el cineasta Bertolucci y su primo el productor.
A mí me encanta la pasta y el azafrán así que me puse a hacerlo y salió bien. Tampoco me sale mal del todo la paella sólo que el arroz a veces sale bien y a veces queda un desastre, mientras que el plato de pasta con azafrán sale siempre bien. Para prepar el plato de pasta hago la carne con cebolla, mucho azafrán y pimienta y en el jugo que se desprende añado la pasta, que puede ser cualquiera en realidad salvo espagueti.

P: ¿Algún secreto aprendido últimamente para cocinar?

R: Hay un secreto que nunca conseguí y es el que aplican en el restaurante "Pimiento Verde"de Madrid para su plato de alcachofas, que me parece el mejor de toda España. Intentamos saber cómo se hace pero no lo conseguimos y el caso es que viene gente de todo el mundo para probar esas alcachofas que son únicas.
El secreto que sí conozco es el del gazpacho delicioso que preparan en el Hotel Santa Catalina de Las Palmas de Gran Canaria donde lo probé hace dos años y ahora sé que se hace con manga -que es diferente del mango-, aceite, muy poco vinagre y unas huevas rojas de pescado.

P: ¿Es de comida completa de tres platos o más de tapeo o pinchos?

R: No soy de mucho comer y como cada día tres veces y muy ligero mientras que una comilona es algo excepcional para mí pues trabajo todos los días y todas horas. El tapeo puedo llevarlo mal porque odio las barras de los bares así que si entro a comer, me siento en una mesa.

P: ¿Se considera clásico o innovador con la comida?

R
: Ni una cosa ni otra. El peor recuerdo que tengo asociado a la comida es el de una trompa de elefante justo antes de estar malísimo durante días. El caso es que en Camerún, llevábamos mucho tiempo detrás de un elefante viejo que atacaba los campamentos y uno de los días de persecución nos quedamos sin comida. Recordé que me habían dicho que la trompa de elefante era lo mejor y la comimos pero yo me sentí muy mal y no mejoré ni con pastillas ni médicos. Días después tuve que ir a Caracas y luego a Río de Janeiro y en el hotel brasileño, de madrugada, no podía más y pedí un médico que me dijo si yo era tonto pues lo que tenía era una peritonitis que podía acabar conmigo en muy poco tiempo, así que me envió corriendo al hospital.

P: ¿Carne o pescado?

R: Simepre fui más de carne que de pescado pero ahora me ocurre al revés, debe ser cuestión de la edad. En mi caso concreto, hubo una temporada en la que estuve navegando durante años y en un viaje a la Polinesia de año y pico y con amigos, nos quedamos sin comida, así que cocinábamos lo que pescábamos. Esto hizo que durante una larga temporada no quisiese pescado bajo ningún concepto pero con el tiempo se me pasó y ahora me encanta. Sobre todo me gusta el rape al horno o en "caldeirada", y en general cualquier pescado me va bien excepto la merluza, pues siempre me resultó insípida a no ser que esté rebozada o acompañada con mayonesa y para eso no la pido.

P
: ¿Algún capricho culinario para momentos concretos del día, por ejemplo en momentos de tensión?

R: De jovencito estudié submarinismo con Jacques Cousteau y con él aprendí a no ponerme nervioso, así que no me pongo nervioso por nada y no tengo necesidad de nada que me tranquilice ni se me ocurre ningún capricho.

P: ¿Recuerda algún plato que descubrió recientemente y resultase una sorpresa agradable?

R: Pues vuelvo al exquisito plato de alcachofas de Madrid y al gazpacho de mangas de Canarias.

P: ¿Y una experiencia sorprendente como comensal pero desagradable?

R: No recuerdo ninguna en relación con la comida, salvo toda la circunstancia penosa que rodeó a aquella comida con trompa de elefante.

P: ¿Qué le gustaría probar porque lo conoce de oídas pero no personalmente?

R: No lo sé. Creo que lo probé todo y no debe quedar en el mundo plato que yo no conozca. Incluso probé las "clacas" que son un marisco que sólo se puede encontrar en algunas épocas en un par de restaurantes de Lanzarote, como el "Puerto Bahía" y otro del Puerto del Carmen. Se trata de un bicho que se mete en la roca negra de la isla y sólo se puede coger cuando baja la marea. En la mesa te ponen algo que tiene aspecto de roca hervida con algas y tienes que sacar el marisco del interior con un alambre y comerlo en traje de baño porque te pone perdido. Un gallego que conozco y es comedor de percebes, me reconoció que las clacas está incluso mejor.

P
: ¿Quién o qué cosa están para comersela?

R
: Algunas señoras

P
: ¿Quién o qué cosa están para roerlos o comer con saña?

R: Los políticos.

P: ¿Piensa que somos lo que comemos?

R
: No puedo estar más en desacuerdo con la frase. Hay mucha gente que come verdaderas maravillas y son hijos de perra integrales y unos cardos, y al revés, otros viven mal, comen de forma deficiente y son personas maravillosas. Otro ejemplo es mi mujer que come como una lima y no engorda nunca, y hablo de alguien que se desayuna cada mañana unha jarra de leche con "colacao" espeso.