Siempre Galiza
Es creencia general que el topónimo "Galiza" es un invento de Castelao utilizado por el nacionalismo o el independentismo gallego para poder mencionar un nombre inexistente con el que identificar al país y con el que distinguirse de los antinacionalistas. En apoyo de esta tesis me he molestado en dedicar un tiempo de mi vida, algo más de media hora, a realizar una investigación y he encontrado numerosísimos ejemplos que demuestran que, en efecto, "Galiza" es una creación separatista. Expongo algunos de ellos, pues aunque el tema daría para un libro, aquí sólo me dan una de las cien páginas que merezco. Vamos allá:
Fernando III (1201-1252), el nieto de Alfonso VIII, fue el conquistador de Sevilla, unificador de los reinos de Castilla y León y por lo que se ve, furibundo independentista gallego, pues comenzaba sus cartas así: "Don Fernando por la gracia de Dios Rey de Castela, de León, de Toledo, de Galiza…". Igualmente independentista fue su sucesor Enrique II de Trastámara, llamado el Fratricida: "Dom Enrique, por la gracia de Deus, rey de Castiella, de Leon, de Tolledo, de Galiza…". Este Enrique era más independentisa que su antecesor. Puede que haya sido uno de los reyes españoles más independentistas, pues cuando Fernando I de Portugal invadió este reino, cuentan las crónicas de la época, Enrique juntó a sus ejércitos y se fue a "Santiago de Galiza".
Cierto que aparecen más textos que hablan de Galicia que los que la mencionan como Galiza, pero también lo es que ambas formas del topónimo convivieron a lo largo de toda la Edad Media. Y sucede, curiosamente, en textos escritos indistintamente en gallego, en castellano y en portugués. En la Crónica de Santa María de Iria, escrita en gallego entre 1467 y 1468 y por tanto en plena Guerra Irmandiña, se menciona a Galiza 18 veces y ni una sola a Galicia. Se conoce que su autor, un señor llamado Rui Vasques, era otro independentista.
La influencia de Castelao en la literatura medieval se mantuvo posteriormente. Así nos ponemos en 1688 y encontramos un libro publicado por un tal Vicente Sánchez, independentista, quien recoge dos villancicos populares en gallego separatista. Uno de ellos empieza así: "Pois nacei fidalgo e pobre, en Galiza". Y el otro dice: "Non negarey que o neno é de Galiza". Ya en 1811 y en castellano se publica la ‘Gaceta de la regencia de España e Indias’, que en su número del 6 de abril refiere que un ejército había llegado "a Galiza".
Cien años después, estamos ya en 1911, encontramos una revista titulada Literatura gallega, que recoge numerosos textos en gallego, en muchos de los cuales se emplea el topónimo "Galiza".
Valgan estos ejemplos de entre los centenares que existen, o seguramente miles, para mantener cabalmente una tesis: Castelao inventó el nombre de Galiza, como muy tarde, a principios del S. XIII, hace de eso unos ochocientos años o poco más, para fastidiar a los españolistas. Y desde entonces y de manera ininterrumpida hasta hoy, Galiza fue nombre utilizado por todo aquel separatista que quiso llamar así a este país, incluyendo a algunos reyes castellanos identificados con el independentismo gallego, sin duda influenciados por la lectura de Sempre en Galiza, obra que tardaría siglos en escribirse, algo que a ellos les traía sin cuidado porque sabían que se escribiría y se estaban adelantando a su tiempo.
Casi nadie se ha parado a pensar que si Castelao y otros escribían Galiza era por algo, pues querían a su tierra al menos lo justo como para no inventarle un nombre por puro capricho. Y es destacable que a Galiza puede llamársele Galiza por razones históricas basadas en textos medievales escritos también en castellano, no solamente en gallego. Galiza y Galicia siempre han convivido en las crónicas, en los documentos y en la literatura sin que a nadie le haya molestado lo más mínimo durante centenares de años y hasta bien entrada la nefasta década de los 30 del siglo pasado. Por algo será.