"Ahorrar sin renunciar a nada" es el lema de esta comunidad de economía doméstica cuyos cimientos empezó a levantar Mapi Amela en 2011, en plena crisis económica. Su consigna es mirar a largo plazo para contar con una "tranquilidad económica" pero sin dejar de hacer aquello que nos hace felices. Siempre, eso sí, yendo a la caza del mejor precio.
Hay decenas de retos, métodos y trucos que se proponen para ahorrar, pero la mayoría de personas no saben por dónde empezar o lo ven misión imposible. ¿Qué recomendáis desde Ahorradoras?
Muchas veces esperamos a tener más dinero para empezar a ahorrar, pero lo más importante es incorporar el hábito y ser constantes. Solemos recomendar que escojan un reto y comiencen aunque sea en cantidades pequeñas. Los hay genéricos, para ahorrar cantidades con el fin que cada uno determine, como el del céntimo, pero también específicos: para cambiar el coche, un electrodoméstico o para las próximas vacaciones.
Un fondo estándar de emergencia debería cubrir entre 6 y 12 meses de gastos fijos en función de la situación de cada hogar"
Uno de los retos que habéis lanzado es el de las 52 semanas. ¿En qué consiste y cuál es el resultado?
Es de los más populares y funciona de maravilla. Se trata de ahorrar la primera semana del reto un euro, la segunda dos euros y así sucesivamente hasta los 52 euros en la semana 52. La suma serán 1.378 euros al cabo de un año. También se puede hacer a la inversa y empezar ahorrando la cantidad más grande al principio, cuando estamos más motivados. Este reto nació en Estados Unidos y nosotros lo hicimos popular en Europa.
Controlar los gastos hormiga es otra receta. ¿Qué pequeños gestos se pueden hacer en el día a día?
Los gastos hormiga se cuelan en nuestro bolsillo con demasiada frecuencia y lo agujerean. Hay un dicho de Benjamin Franklin que invita a ir con cuidado porque un pequeño agujero puedo hundir el barco. Son gastos que normalmente no se controlan porque son cantidades pequeñas y no le damos importancia. Pero si los analizamos y vemos el impacto que tienen en nuestra economía al cabo de un mes, nos echamos las manos a la cabeza. Yo recomiendo documentar cada uno de los gastos que hacemos, sin juicio, para al final de la semana revisarlos y ver si realmente merecen tanto la pena como cuestan.
Con la inflación o la inestabilidad laboral, muchos colectivos tienen complicado ahorrar. ¿Hay algún sistema que esté al alcance de todos?
Lo que yo aconsejo es crear un presupuesto, que hace de hoja de ruta de nuestra economía. Identificar los ingresos que tenemos y todos los gastos para revisarlos a fondo e intentar reducirlos. Si ya hemos eliminado los gastos hormiga, es el momento de ver cómo podemos reducir el importe de esos gastos fijos que tenemos cada mes, comparando tarifas de telefonía, de electricidad, gas o pólizas de seguros. Es probable que encontremos precios más competitivos o que podamos eliminar coberturas que teníamos incluidas y no vamos a utilizar. También es importante centrar esfuerzos en ahorrar en aquello que consumimos de manera frecuente, y una partida muy importante es la alimentación. Tenemos que encontrar la manera de seguir alimentándonos bien pero aprovechando promociones como los cupones descuento, las promociones de los supermercados o los productos rebajados con fecha de caducidad próxima.
¿Vivimos por encima de nuestra posibilidades tirando de crédito?
Está demasiado normalizado. Vayas donde vayas no solo tienes múltiples reclamos que te invitan a realizar compras por impulso sino que además te las facilitan para que las puedas pagar en cómodos plazos. Comprar a crédito es un momento determinado puede ser la única solución siempre y cuando sea algo que merezca la pena y se necesite de verdad, pero no debería ser costumbre si queremos tener unas finanzas sanas. Recomiendo blindarse ante la normalización del crédito, ahorrar primero y comprar después, salvo en casos excepcionales.
A la hora de invertir es importante que conozcamos el producto y diversificar. Podemos hacerlo desde solo un euro"
¿Qué colchón mínimo deberíamos tener para emergencias?
Depende de la situación de cada persona o familia. Alguien que trabaja por cuenta ajena puede contar con unos ingresos en caso de quedarse sin trabajo que un autónomo no tendría. En el primer caso, un fondo de emergencia estándar podría ser el que cubriera de 6 a 9 meses de gastos fijos. En el segundo, alrededor de 12 meses sería una buena opción. Recordemos que el fondo de emergencia sirve para cubrir nuestros gastos más esenciales en un momento determinado en el que nuestros ingresos se vean reducidos o incluso dejemos de tenerlos, o cuando aparezcan gastos inesperados.
Todos querríamos alcanzar la libertad financiera: contar con los ingresos suficientes para cubrir todas las necesidades económicas sin tener que trabajar. ¿Cuáles son las claves para conseguirla?
Pasan por desarrollar habilidades en tres áreas: generar dinero, ahorrar e invertir. Es importante formarse y beber de buenas fuentes. Mi consejo es leer a autores de referencia en materia de educación financiera. Hay muchos libros buenos, podcast y artículos.
Con lo ahorrado, ¿qué hacemos?
Mientras nos vamos formando sería genial tener el dinero depositado en una cuenta remunerada o en un depósito o producto de bajo riesgo que nos dé una rentabilidad que supere a la inflación. En cuanto ya contemos con unas nociones y nos veamos capaces de invertir, podemos seguir ese camino. No se necesitan grandes sumas de dinero, podemos empezar con solo un euro. Hay muchas modalidades de inversión, para todo tipo de perfil de riesgo y gustos personales. Es importante diversificar e invertir en productos que conozcamos.
