La Policía Nacional busca reforzar la formación, la actuación y la coordinación de sus agentes para aumentar su efectividad tanto en la persecución de las sectas destructivas como en la protección de las víctimas. Pretende conseguirlo a través del primer plan operativo específico en este ámbito, que contiene medidas preventivas, protocolos de investigación e incluso la creación de un observatorio para centralizar los datos sobre la incidencia, riesgos y efectos de un fenómeno que no solo sigue vivo, sino que incluso ha ido extendiendo sus tentáculos desde la pandemia. Luis Santamaría, secretario para España de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (Ries), es tajante al respecto: "El país entero está lleno de sectas y, por supuesto, en Galicia también las hay".
Las sectas han mutado en sus formas, adaptándose a una sociedad cambiante y a las inquietudes que rastrean entre sus potenciales seguidores. "Se piensa que hay menos porque es más difícil ver por la calle sus carteles y sus anuncios, pero, claro, es mucho más económico difundir convocatorias por internet", explica Santamaría. El universo digital se ha conformado, pues, en la principal sede para estos grupos que, según recuerda la Policía, recurren a la "manipulación coercitiva" para atraer a sus víctimas, cuyas libertades y derechos pueden llegar a "vulnerar gravemente". Y este "muy importante escaparate" de internet y las redes sociales, añade el experto, funciona en dos direcciones, puesto que no solo sirve para que las sectas tengan un potente altavoz para sus cantos de sirena: es asimismo el coto de caza de sus captadores. "Hay mucha gente publicando su vida entera en internet, sus sentimientos, sus pensamientos y sus problemas, y las sectas se basan en identificar las vulnerabilidades para manipularnos a través de ellas", señala.
Por ello mismo, la Policía trata de abrir una puerta de salida online a través de [email protected], un email donde los ciudadanos, de forma anónima y confidencial, pueden alertar de presuntos comportamientos ilícitos de sectas. E internet también será una de las plataformas donde desarrollará campañas de información y sensibilización.
Precisamente, el impacto social y psicológico de la pandemia, o directamente la deriva del sistema socioeconómico imperante, explican otra de las evoluciones de las sectas. Las tradicionales, aquellas con un carácter más religioso, "tienen menos posibilidades de éxito hoy en día", aunque "siguen captando" personas dadas las "necesidades espirituales" que persisten en la actualidad. La tendencia vigente es orientarlas "hacia esa línea de lo psicológico, lo terapéutico y el bienestar", observa Santamaría. "Desde hace unos años, y especialmente desde el confinamiento, las sectas están dedicando importantes recursos personales y materiales a la difusión de sus actividades de captación por internet con señuelos muy atractivos: encontrar la paz interior, acabar con el estrés, desarrollar técnicas de crecimiento personal...". Reclamos que no suenan muy distintos a los que emplean algunos influencers para granjearse seguidores a los que promocionar productos, ideas... o estafas.
Las sectas están ahora más orientadas hacia la línea del bienestar, de lo psicológico y lo terapéutico"
El Camino en el foco
Esta dimensión virtual hace que sea "muy difícil" concretar "en números" la presencia de las sectas en Galicia, admite Santamaría. Con todo, aún es posible apuntar a algunos focos calientes de captación en la comunidad. El primero, el Camino de Santiago, transitado por "muchísima gente de todo el mundo" y, sobre todo, por personas "interesadas en lo espiritual".
"Hay sectas que aprovechan el tirón de la peregrinación jacobea para mostrar su propia interpretación de tipo mágico o esotérico", abunda el teólogo zamorano, que hasta apunta dos nombres para centrar los orígenes de algunas de estas visiones: Paulo Coelho y Shirley MacLaine. La razón es que, con El peregrino de Compostela, el escritor brasileño popularizó el Camino como ruta iniciática para un mago y la actriz estadounidense relató su propia experiencia como romera como fuente para conectar con el universo y las propias reencarnaciones. "Luego han venido muchas otras figuras, autores y gurús del ámbito de la Nueva Era que hacen que el Camino siga siendo un lugar importante".
Hay mucha gente con intereses espirituales en el Camino y se aprovecha ofreciendo interpretaciones mágicas o esotéricas"
Pero Santamaría también cita Vigo y su entorno como punto donde detecta "mucha actividad" sectaria, "quizas por su mayor población".
Sea como fuere, las sectas son hoy un problema más difuso y transversal. De ahí el interés del plan de la Policía Nacional en concretar y coordinar las funciones de sus unidades, impulsando la formación y concienciación de los agentes para posibilitar "una detección temprana" y "una atención integral y especializada".
Casos recientes
Las afirmaciones de Santamaría proceden de su seguimiento del fenómeno. Su alusión a Vigo y alrededores remite a uno de los casos con mayor repercusión de los últimos años: el de la Orden y Mandato San Miguel Arcángel, los Miguelianos. Tenían su denominada Casa Madre en un chalé de Oia. Su líder, Miguel Rosendo da Silva, acabó condenado a 9 años de prisión por abuso sexual continuado a una joven de la asociación religiosa desde que ella tenía 9 años. Eso sí, cabe recordar que la Fiscalía llegó a pedir para él 66 años de cárcel por asociación ilícita, delitos contra la integridad moral, coacciones y delitos contra la libertad sexual. También se libró de otros cargos económicos al no probarse que tuvieran financiación ilegal.
Otro caso sonado fue el de Marisol Fabiola Raue Ortega, que en agosto de 2015 asfixió a su bebé en un hotel de Compostela tras haber asistido al XXII Congreso Gnóstico Internacional de Antropología, organizado por el Instituto Gnóstico de Antropología Samael Litelantes, considerado una secta. "Una voz telepática me ordenó matar a la niña para salvar el universo", alegó la mujer, con esquizofrenia paranoide. Le impusieron un máximo de 25 años de internamiento en un centro penal psiquiátrico.
Vinculado al Camino, en el verano de 2021 un exmiembro de la secta La Orden denunció que esta organización clandestina tentaba a los peregrinos por medio de la asociación Camino Universal.
Y Santamaría agrega que en Galicia percibe "de una forma especial" la presencia de "grupos esotéricos" con actividades relacionadas con el crecimiento personal y las terapias alternativas, con "gran riesgo para la salud", que "utilizan espacios públicos para difundir sus doctrinas y actividades" gracias, por lo general, a que están "legalizados como asociaciones".
