Vuelven las salas de fiesta

Chanteclair y Dona Dana están on fire, que diría ahora la chavalada que visita estos templos nocturnos con casi medio siglo de copas, bailes y también peleas a sus espaldas. Junto a Pelícano, la única macrodiscoteca gallega contemporánea (se inauguró en 2016 como una apuesta arriesgadísima y contracorriente que salió redonda), lo están petando entre los universitarios, un segmento que siempre había mirado con desdén este tipo de naves industriales con barras y cabina de DJ. Pero ahora las tornas las está cambiando Salseo USC, que ya prepara otra macrofiesta en Chanteclair el 30 de abril que reunirá a cerca de 4.000 universitarios. Y en este contexto de grandes aforos, torres de luces leds, humo y vatios por doquier, los pubs culturales y garitos musicales, que antes eran cool entre los estudiantes, comienzan a ver el vaso medio vacío.