Opinión

Sondeos certeros

SALVO EL CIS, que a diferencia de abril esta vez se equivocó de lleno, las encuestas estuvieron acertadas en términos generales. Así lo revelan diversos análisis comparativos, que resaltan que los españoles consultados para distintos estudios demoscópicos fueron capaces de adivinar que continuaría el bloqueo, que Vox iba a ser catapultada por el conflicto catalán, que Ciudadanos iba a pagar muy cara su posición errática, que Pedro Sánchez no iba a subir tanto como le pronosticaba el barómetro de Tezanos y que Unidas Podemos no iba a sufrir un gran descalabro. Aunque muchas veces fallan y pese a que cuentan con una legión de detractores —"las encuestas son como las morcillas: muy sabrosas hasta que uno sabe de qué están hechas", decía el colombiano Gómez Hurtado—, esta vez hay que reconocer que por lo menos estuvieron a la altura.

No es trasladable a Galicia
​Trasladar los resultados del 10-N a las elecciones gallegas, donde los candidatos serán otros y las circunstancias diferentes, sería un craso error. Ya se sabe que los sondeos son como las farolas para los borrachos: sirven para apoyarse más que para iluminar. Por eso no se debe sembrar confusión.

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