Hace 11 años decidió emprender en el sector de los jabones artesanos con la tienda Pontejabón, que hoy en día se llama Aromara. ¿Cómo fueron esos inicios?
La tienda surgió por un cambio en mi vida. Yo era responsable de calidad de una empresa de alimentación de un sector muy masculino como es el pesquero, y responsable de ventas de otra empresa del mismo sector, y necesitaba un parón y un cambio de aires, por eso monté la tienda. A mí siempre me había llamado la atención la cosmética natural y el mundo zero waste pero se montó como algo temporal, con intención de volver a lo que yo había estudiado y de lo que había trabajado durante 15 años, pero al final la tienda me enganchó y lo que iba a ser temporal se convirtió el algo permanente. Por la cliententela, la posiblidad de conciliar, la flexibilidad horaria...
Hablando de la conciliación, su tienda también es un referente en este aspecto.
Sí, la tienda es súper conocida porque hace cuatro años decidí cerrar dos tardes, lunes y jueves, por conciliación familiar. A mí me gustaría que esto se normalizase porque esta fue la única manera que yo tuve para sacar mis proyectos adelante, más la vida familiar, y la verdad es que la gente se adaptó fenomenal.
Centrándonos en Gaura, ¿por qué decidió sacar al mercado hace tres años su propia marca de cosmética natural?
Soy un poco inquieta y necesitaba ampliar un poquito mi parte laboral. La cosmética y la alimentación se parece muchísimo, la legislación para dar de alta un producto alimenticio es casi la misma, con matices, que la de un medicamento o un cosmético. Entonces, esa parte yo ya la tenía incorporada en mi formación, la técnica, y en mis gustos estaba que la cosmética fuese natural, zero waste... Si no se hizo antes fue por el vértigo que supone iniciar una marca nicho con cero presupuesto externo. Aquí hay muchas horas de trabajo y muy poca inversión. Toda la inversión que tenía era por el colchón que había conseguido crear de mi propio negocio. Llámale locura pero lo hice. Yo tenía claro que no me iba a ahogar y que no iba a invertir lo que no tenía. No fui una inconsciente porque fue un proyecto que se gestó mentalmente durante ocho años. Aunque después se pulieron detalles, la formulación estaba muy meditada previamente. Yo tenía claro que quería una línea de cosmética natural con un principio activo que sirviese para todo tipo de pieles.
Si este proyecto no se hizo antes fue por el vértigo que supone iniciar una marca nicho con cero presupuesto externo
¿Cómo fue ese proceso de concreción de la formulación?
Todo estaba muy definido pero faltaba pulir la formulación y el envase, aunque en el packing yo tenía claro que no quería que tuviese plástico. Se hicieron muchos intentos y muchas pruebas pero tenía claro que quería algo con una estética actual y unisex. Eso de crema para el día y crema para la noche o crema para el hombre y crema para la mujer es el engaño del marketing del siglo. Una crema va en función del tipo de piel que tengas. Por ello Gaura es unisex.
Gaura nació además con una filosofía muy marcada.
Gaura surgió como una marca de cosmética natural, zero waste, crueldy free, vegana... intentando además que sea una marca kilómetro cero. Es cierto que estamos en otros puntos de venta, pero a pesar de esa expansión, nuestra idea era que el punto de venta y el buque insignia fuese Aromara. Mi reto personal era tener mi propia marca de cosmética orgánica a la altura de grandes marcas. A fecha de hoy, estoy súper contenta de la difusión y repercusión que tiene a nivel nacional porque ha salido en prensa especializados de belleza como Mujer Hoy, Elle, Glamour, Vogue... al lado de grandes marcas con un respaldo empresarial y un holding y un pecho económico muy bestia. Solo el hecho de vernos ahí en medio con todas esas marcas, me llena de orgullo porque significa que algo estamos haciendo bien. El hecho de estar a esa altura y que grandes editoriales nos metan en medio de publicaciones con otras marcas de esa relevancia para mí es el premio.
A pesar de que lanzó la marca en el 2020, durante un año no comunicó a su clientela que era usted la que estaba detrás de Gaura.
No, durante un año no se supo nada, esa fue una apuesta personal. Yo quise sacar esta marca como algo independiente porque aunque eran dos proyectos que iban de la mano, Gaura y Aromara, sabía que sus caminos se separarían. El hecho de no decir nada fue para testar entre la clientela cómo funcionaba el producto, para saber el feedback real. Si yo hubiese dicho que era mi marca, alguna clienta se la llevaría por compromiso y no me dirían nada si no les gustaba por no quedar mal conmigo, y yo no quería eso.
¿Con qué productos cuenta actualmente esta firma?
Por un lado, una línea de cosmética facial cuyo principio activo básico es el Té Matcha, con un limpiador, una sabia, una crema y un contorno. También una línea corporal y la línea zero waste, que incluye dos vertientes: la facial y corporal, donde hemos dado el pepinazo porque nos llevamos el oro a la mejor novedad ecolifestyle en los premios VPC Green Beauty Awards, y por último la vertiente capilar, con champús y acondicionador en sólido.
Premio Emprendimiento en Femenino ► "Este reconocimiento es una inyección de energía para seguir por el mismo camino"
Pensando en el futuro próximo de su marca, ya ha anunciado en redes que en breve lanzará nuevos productos.
Sí, va a haber un lanzamiento muy muy pronto de tres nuevos producto. Dos jabones nuevos y un exfoliante facial que es una locura, de los que enganchan y son adictivos.
Después de tres años desde el lanzamiento de Gaura, este jueves, día 21, recibirá el Premio Emprendimiento en Femenino, convocado por Sar Comunicaciones, en colaboración con Diario de Pontevedra, Concello de Marín y el Plan Social de Ence Pontevedra, en la categoría de emprendimiento. ¿Qué supone para usted este reconocimiento?
Estoy muy contenta y agradecida de que la repercusión que tenemos fuera se reconozca también aquí. El que diga que no le gusta que premien su esfuerzo y su trabajo te mentiría. Este reconocimiento es sin duda un empuje y una inyección de energía para seguir avanzando por el mismo camino.
