La capacidad de los buques pesqueros se expresa en unidades GT, una medida que computa el volumen de todos los espacios interiores del barco. Es decir: no solo se tiene en cuenta lo que entra en las bodegas a la hora de determinar la capacidad pesquera sino que también se contabiliza el espacio que ocupan la cocina, los camarotes, los aseos o las áreas de recreo. Todo esto compone el tonelaje bruto de las embarcaciones, al que la política pesquera común (PPC) pone límites con la pretensión de evitar que una mayor dimensión de la flota pudiese derivar en sobrepesca.
Esas restricciones, que el sector ve obsoletas, impiden que los buques dispongan de más espacio, no pensando en elevar las capturas, sino en poder instalar sistemas de propulsión alternativos al fuel tradicional y mejorar el confort y la seguridad a bordo. Con ese telón de fondo, España ha aprovechado la cumbre que estos días ha traído a los ministros de Pesca de la Unión Europea a Vigo para poner sobre la mesa la necesidad de cambiar la definición de capacidad pesquera. Una revisión a la que ayer abrió puertas desde la ciudad olívica el comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca, Virjinijus Sinkevicius. "Es preciso abrir el debate y hablar de la fórmula", aceptó el político lituano. Reconoció que una cosa es "la parte donde se almacena el pescado" y otra "los espacios para los marineros y demás", y constató que la descarbonización de la flota requerirá más espacio a bordo.
Fondos
Fue a su llegada al Auditorio Mar de Vigo, donde los ministros comunitarios del ramo tenían por delante una mañana de debate centrado en ese tema: la descarbonización en la pesca. En el transcurso del foro se presentó el dictamen del Comité Económico y Social Europeo (Cese) sobre la materia, que indica precisamente que las alternativas "verdes" al diésel para los barcos requieren hasta cuatro veces más espacio de almacenamiento, lo que hace necesario adaptar la definición de capacidad pesquera. Presentado por el secretario general de la patronal Cepesca y presidente de Europêche, Javier Garat, insta además a la Comisión Europea a crear un fondo de emergencia para acelerar la transición hacia nuevas formas de propulsión limpias ante el "enorme" coste que conllevará.
Sobre este tema, el ministro español, Luis Planas, defendió financiar la renovación de buques desde la UE, sea a través del FEMP o de un fondo "ex novo".
Sin embargo, Sinkevicius descartó, al menos de momento, crear un fondo específico con ese objetivo. Esgrimió que financiar nuevos buques con dinero público es un "debate complicado" y llamó a las empresas a avanzar en la transición energética "con su capital".
