La ingeniería gallega en renovables está cada vez más cerca de alcanzar un hito histórico: construir el primer parque flotante de energía mareomotriz del mundo. Será el que levantará Magallanes Renovables, con sede en Redondela, en la costa de Reino Unido, en un proyecto que está más cerca de convertirse en realidad después de que la compañía se haya adjudicado la tarifa energética en la subasta convocada por el Gobierno británico.
De la buena noticia dio cuenta este lunes la empresa capitaneada por Alejandro Marqués de Magallanes, quien explica en una nota de prensa que tras el visto bueno de Londres la compañía "está preparada para liderar la revolución de la energía verde en los océanos", que podría cubrir el 16% de la demanda mundial de electricidad y "es 100% predecible, a diferencia de otras renovables".
El innovador proyecto se sustenta en la plataforma comercial Atir 2.0, que tras un lustro de gestación acaba de obtener la certificación de Bureau Veritas tras un periodo de pruebas iniciado en 2019 en las costas británicas. Es una vanguardista estructura de 50 metros de eslora que visualmente puede asemejarse a un submarino, aunque lo realmente importante es lo que no se ve: cuenta con dos enormes hélices bajo el agua que son movidas por las corrientes marinas.
Además, este entarimado flotante "garantiza un mantenimiento sencillo gracias a su fácil acceso a la sala de maquinaria, a 15 metros de profundidad", explica Marqués de Magallanes, consejero delegado de la compañía.
Siete plataformas en 2026
Los ambiciosos planes de la firma gallega pasan por "contar en 2026 con siete plataformas operativas", que le permitirán generar el equivalente a la electricidad que necesitan 11.000 viviendas en un año.
