La dirección de Stellantis Vigo se reunió este viernes con los sindicatos para constituir la comisión negociadora del expediente de regulación de empleo (Ere) que el fabricante de automóviles pretende aplicar escudándose en "causas organizativas". El planteamiento inicial pasa por extinguir 90 contratos hasta el 17 de enero de 2025: 60 de técnicos de administración y 30 de operarios de producción. Y la intención es que las bajas sean voluntarias y acordadas con la empresa. El Ere sigue al aplicado en 2023, cuando se acordó suprimir hasta 100 puestos.
Stellantis se escuda en la situación de la industria, volcada en la transformación hacia el vehículo eléctrico, la reducción de emisiones y la competencia de China, con menores costes de fabricación. Precisamente, el CEO de la multinacional, el portugués Carlos Tavares, señalaba este viernes que "las marcas chinas son el principal competidor" de Stellantis. Fue en una rueda de prensa telemática para presentar una nueva plataforma de coches eléctricos con hasta 800 kilómetros de autonomía en la que afirmó que el grupo "estará listo para la lucha", aunque avanzó que será "una dura lucha". La clave, dijo, será que Europa fabrique vehículos asequibles.
En un comunicado, UGT indicó que "uno de los principales objetivos" que debe cumplir la planta para afianzar su "competitividad" es reducir los costes de producción y adecuar sus efectivos. UGT –con dos representantes en la mesa negociadora, en la que el Sindicato Independiente de Trabajadores tiene seis y la CUT y CC OO uno en cada caso– defiende que el ajuste se enfoque al personal que desee salir "en unas condiciones justas" por razones de edad o personales.
En cambio, la CUT critica que el fabricante recorte empleo "cando recibe subvencións inxentes do Estado" para acometer la transición al coche eléctrico y conectado. También afea que el grupo pretenda eliminar empleo cuando al mismo tiempo tiene "un 23% de eventualidade" en Balaídos.
