La subida de los alimentos y el repostaje elevan el golpe al bolsillo de los gallegos

La cesta de compra suma 15 meses creciendo a doble dígito. Azúcar y aceite, los más inflacionistas en el último año
 
La carne de porcino está en la amplia lista de alimentos que se han encarecido. NACHO GALLEGO (EFE)
photo_camera La carne de porcino está en la amplia lista de alimentos que se han encarecido. NACHO GALLEGO (EFE)

El encarecimiento del coste de la vida se intensifica. Ya lo había adelantado el Instituto Nacional de Estadística (Ine) a finales de agosto y ayer lo confirmó, sumando a los datos ofrecidos el detalle por comunidades y capítulos de gasto. En Galicia, la inflación cerró el mes pasado en el 2,7% en tasa interanual, seis décimas más que en julio y una por encima de la media nacional. Tras tocar suelo en junio, la subida de los precios lleva dos meses acentuándose. 

La nueva escalada de los carburantes es la principal responsable. Los surtidores non dan tregua: el  litro de diésel se dispensa de media ya a 1,7 euros y el de gasolina va rumbo a los 1,8 euros en la comunidad. Aunque los conductores pagan por repostar menos que hace un año, el encarecimiento del combustible en los últimos meses se deja sentir sobre las economías domésticas, las empresas y muchos autónomos, sobre todo ahora que no hay bonificación. 

Lo que sigue costando más que hace un año es comer. En Galicia, al contrario de lo ocurrido en el conjunto de España, la subida de precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas cogió fuerza en agosto. Estaban un 10,7% más caros que un año antes, lo que supone tres décimas más que en julio y dos sobre la media nacional (10,5%). Los efectos del cambio climático sobre las producciones son uno de los numerosos motivos que estarían detrás de la nueva subida de la cesta de la compra.

Si en la comparativa mensual muy pocos productos de la lista de básicos en cualquier hogar dieron tregua —la fruta fresca, el capítulo de bebidas no alcohólicas y, con bajadas mínimas, la leche, las patatas o los cereales—, con respecto a un año antes la gran mayoría de alimentos están considerablemente más caros. La palma se la llevan el azúcar, en agosto un 48,7% más caro que un año antes, y el aceite (+33%), sobre todo por la subida del de oliva. Carne de cerdo (+13,4%), leche (+12,4%), huevos (+10,9%), patatas (+9,9%), fruta fresca (+7,6%) o legumbres y hortalizas (+4,7%) también repuntaron.  

En agosto, mes de vacaciones por excelencia, también cabe destacar el encarecimiento de los paquetes turísticos en un 22,2%, de los servicios de alojamiento (6,8%) o de la restauración (6,7%) en la comparativa anual. 
Con ese telón de fondo y en un escenario de hipotecas al alza y alquileres por las nubes, entre lo poco que da tregua a las familias en estos momentos está la luz. 

La inflación sigue preocupando, especialmente la subyacente, aquella que no tiene en cuenta los alimentos procesados ni los productos energéticos y que hace pensar que el encarecimiento del coste de la vida puede perpetuarse. En Galicia está en el 6,3% tras bajar solo una décima en agosto.

¿Hasta cuándo seguirá al alza la inflación? Es una de las grandes preguntas que se hace el consumidor, pero resulta imposible de responder a estas alturas. De momento, la inflación seguirá en aumento en los próximos meses. Se prevé que la evolución de los carburantes tengan mucho que ver, en un escenario de tensiones en el mercado del petróleo que empujan al alza su cotización.

La Ocu ya advierte que, si diésel y gasolina prosiguen con su escalada, eso acabará encareciendo más los alimentos, cuyos precios se ven empujados también por factores como la sequía
 

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