Tras la crisis energética que el año pasado disparó los cambios de comercializadora para tratar de pagar menos por los suministros energéticos, las rebajas fiscales y la entrada en funcionamiento del mecanismo de la excepción ibérica, mediante el cual el Gobierno topó el gas utilizado por las centrales de ciclo combinado para producir electricidad, dieron sus frutos. Claro está, también influyó la bajada de la cotización del gas en el mercado internacional.
Si hasta la primera mitad del año pasado el precio voluntario para el pequeño consumidor (PVPC) dio sustos diarios a los hogares y negocios acogidos a esta tarifa regulada que fijan el Gobierno y la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), al estar vinculada en gran medida al precio horario que marca el mercado mayorista de la electricidad, al término de 2022 las aguas volvieron a su cauce. Tanto fue así que, de media, los usuarios de la PVPC pagaron en el último trimestre un 37% menos que si tuvieran el suministro contratado en el mercado liberalizado.
Según los datos del último Panel de Hogares de la CNMC, entre octubre y diciembre, la factura media de la luz para un hogar adscrito a la PVPC ascendió a 38,5 euros al mes, frente a los 70,8 del mismo periodo de 2021, lo que implica un abaratamiento del 45,6%. Se trata del valor más reducido desde el segundo trimestre de 2020, cuando la referencia fue de 34,4 euros al caer la demanda eléctrica con la pandemia. En cuanto a la evolución del consumo, se contrajo un 25%, con un promedio de 184,4 kW al mes.
OTRAS OFERTAS. ¿Y qué sucedió en el mercado libre? Tomando como base los consumidores con una potencia contratada igual o inferior a 10 kilovatios (kW), la conclusión es que estos gastaron más que si tuvieran contratada la PVPC. La CNMC —que en su estudio no tuvo en cuenta a quienes tienen facturas duales de gas y luz— sitúa en 61,3 euros el desembolso en el mercado liberalizado. En este caso se computan los servicios adicionales incluidos en el 36,6% de estos contratos, como el seguro o el mantenimiento, que suman unos 4,7 euros al mes en el recibo. Contrariamente a lo que sucedió con la tarifa regulada, estos usuarios desembolsaron, de media, un 21,4% más que en la recta final de 2021. Y todo ello a pesar de que su consumo de electricidad se redujo un 14%, hasta los 213,3 kilovatios mensuales.
VARIAR LA POTENCIA. El estudio arroja otros datos de interés como el que indica que, pese a que desde junio de 2020 los consumidores pueden contratar potencias diferentes durante el tramo horario punta —de 8.00 a 24.00 horas de lunes a viernes— y valle —de 24.00 a 8.00 horas de lunes a viernes, además de sábados, domingos y festivos estatales—, a finales de 2022 solo un 2% de los hogares tiró de esta opción. Cabe recordar que en la factura de la PVPC el término de potencia, que equivale al máximo de kilovatios que podemos consumir a la vez en el domicilio, exige el desembolso de un importe fijo.
Según Competencia, casi el 65% de los consumidores tenía, de media, 1,2 kW más contratados que la potencia que realmente utilizaron en las horas punta, un excedente que se eleva a 1,4 kW en las horas valle en el caso del 63% de los usuarios.
A la hora de cambiar de compañía, tres de cada diez consumidores recurrió a un comparador de ofertas, como el de la CNMC.
