Las brásicas son la piedra angular de toda dieta equilibrada gracias a su bajo contenido en grasa y su importante aporte de vitaminas –A y B– y minerales –potasio, calcio y magnesio–. El nombre familiar quizás no le suene al gastrónomo de a pie, pero engloba a vegetales como la coliflor, el brócoli, el repollo o el grelo. Grosso modo, las especies que comúnmente se conocen como coles. Productos algunos paradigmáticos de la cocina gallega y que, además de nutrir el cuerpo, también tienen un interesante potencial para luchar contra los tumores.
En investigar estas propiedades anda una unidad asociada de la Universidade de Santiago (USC) y el CSIC, que estudiará los compuestos con efectos antitumorales de estos cultivos, sus mecanismos de acción y, a partir de ello, el desarrollo de acciones terapéuticas.
La razón es que estas plantas presentan compuestos quimioprotectores "únicos y exclusivos" –los glucosinolatos y sus productos de degradación, los isotiocianatos– que "actúan frente a diferentes enfermedades a través de la protección contra la inflamación y estrés oxidativo en las células, retardando o previniendo ciertos cánceres y otras enfermedades cardiovasculares o neurodegenerativas", explica Pablo Velasco, que encabeza el equipo del CSIC que analizará en la Misión Biolóxica de Galicia los compuestos bioactivos de estas especies. El centro, ubicado en la parroquia pontevedresa de Salcedo, trabaja principalmente con brassica oleracea –que ofrece berza, repollo y asa de cántaro como variedades– brassica rapa –grelo, nabo y nabiza– y brassica napus –nabicol–.
Por parte de la USC, el Laboratorio SNL, bajo la dirección de Manuel Freire Garabal, tratará de descubrir compuestos de origen natural y sintético con actividad antitumoral.
Pero esta colaboración ya tiene recorrido a sus espaldas, dado que desde hace algo más de una década comparten diferentes proyectos de investigación. Precisamente, uno está centrado en del efecto de los compuestos glucosinolatos de las básicas en diferentes líneas celulares de cáncer de próstata y de mama, el segundo y el tercero con mayor incidencia en Galicia.
