"Creamos o no, todos somos parte de lo que creyeron nuestros antepasados"

Incansable investigador del misterio, Carlos Gabriel Fernández ofrece con 50 lugares sagrados de Galicia una nueva guía para explorar las creencias populares y los enclaves mágicos de esta tierra, sea leyendo, sea cogiendo botas y brújula para lanzarse a su encuentro
Carlos Gabriel Fernández Cortiñas (Buenos Aires, 1965). EP
photo_camera Carlos Gabriel Fernández Cortiñas (Buenos Aires, 1965). EP

Usted ya había publicado antes 50 lugares mágicos de Galicia y Compostela mágica. ¿El misterio de esta tierra es inagotable?
Después de tantos años de seguir recopilando nuevos lugares, casos e historias, tuve que elegir cincuenta y dejar todavía algunos atrás, que quedarán para otro libro. En este hay lugares e historias que complementan mitos y leyendas que ya había contado en ‘50 lugares mágicos de Galicia’. Ambos libros están hechos con dos ideas claras. La primera idea es que, si se leen desde principio a final, se obtiene una visión panorámica de lo que son los mitos, las leyendas y las creencias populares de Galicia. La segunda es que son libros para viajar. Todos los lugares están escogidos de modo que se puedan ir a visitar, que se vea la fuente del mito y cómo influyó este en el lugar. Para ello, además de indicaciones sobre cómo llegar, ofrece coordenadas GPS y unos códigos QR para escanearlos y que aparezca el destino en Google Maps. Conocer estos lugares, que aúnan patrimonio material e inmaterial, hace que se valoren y se cuiden.

¿Se detectan puntos en común entre estos mitos y lugares sagrados?
Se ven líneas compartidas, incluso con mitos de otras zonas de la Península, como el hallazgo de imágenes religiosas que motiva la construcción de una iglesia, los ritos de fertilidad asociados a determinadas piedras... Luego están las historias de brujería. Como se sabe, aquí las meigas son una institución. Desde Cangas con el proceso a María Soliña y la campana para llamar al aquelarre, hasta el Monte Pindo y la Casa da Xoana, en todas las comarcas hay algún lugar relacionado con las brujas.

Imagino que paganismo y cristianismo confluyen en muchos.
La palabra sagrado del título del libro tiene un sentido amplio, que aborda leyendas y tradiciones gallegas de todos los tiempos. Por ejemplo, hay lugares que tenían un culto y unos ritos asociados que no eran cristianos, como el henge de Roda de Barreiros. Además, la religiosidad popular no siempre está unida a la religión ortodoxa. En este libro hay piedras, árboles, objetos... que se conservan y que no forman parte de esta ortodoxia, ya que hunden sus raíces en antiguos cultos de época romana o anteriores y que se han ido transformando con el tiempo y ya no son fieles a lo que fueron en un principio. Son herencia de esa rica cultura relacionada con las creencias populares que hay en Galicia, vinculada a todos los pueblos que habitaron este espacio geográfico. En todas las transiciones de una religión a otra siempre hay este reciclaje. Donde había un lugar de culto pagano, se cristianiza poniendo una cruz o se asigna un santo a lo que era una diosa. Santa Eulalia de Bóveda es un ejemplo hermosísimo: una iglesia construida sobre lo que pudo ser un templo o un mausoleo romano.

¿Pervive todavía hoy el uso de alguno de estos lugares sagrados?
El cristianismo llegó aquí hace 1.600 años y, desde entonces, las cosas han cambiado mucho, porque por muy puro que se haya mantenido un culto, va mutando porque es la religiosidad popular la que manda sobre la ortodoxia. Dentro de la iglesia de la Virxe do Nordés, en Ferrol, hay una piedra donde la tradición dice que se apareció la virgen. Allí va la gente a hacer una cruz con agua bendita, pero lo que pervive es el culto a esa piedra. También están las camas de santos, como la de San Xoán en Taboadela, en cuya parte superior se adivina el relieve de una forma humana y ahí acuden las parejas infértiles. No son cultos cristianos; se cristianizaron después. Existen otras piedras preñadoras en el sur de Francia. El Camino de Santiago ha traído muchas culturas diferentes, generando una interesante mezcla que es parte de la identidad de Galicia.

El libro da indicaciones para llegar a estos 50 lugares, coordenadas GPS y unos códigos QR para poner el destino en Google Maps"

¿Es este libro una reivindicación que la aventura trascendente también se puede vivir cerca de casa?
Por supuesto. Un apartado del libro está relacionado con fuentes milagrosas, y las hay de todo tipo y en todas partes de Galicia. Lo mismo con las piedras sagradas. En todas las comarcas hay lugares dignos de visitar y que dan una idea de esa religiosidad popular y de esas creencias que forman lo que somos. Porque, creamos o no creamos, somos parte de lo que creyeron nuestros antepasados. Así está construido nuestro entorno.

¿Usted tiene algún lugar favorito de entre estos cincuenta lugares?
Es como si me preguntases si quiero más a mamá o a papá (ríe). Uno que reúne un poco de todas las tradiciones de Galicia en un solo espacio es el Monte Pindo, el Olimpo celta que lo llaman los autores clásicos. Tiene historia medieval, lápidas para conjurar la excomunión del monte, ritos relacionados con la curación, como en A Moa; lugares relacionados con brujas, como la cueva de la Casa da Xoana; se dice que allí está el ara solis de los romanos en honor al Sol, que es donde está enterrada la reina Lupa que aparece en el Códice Calixtino... Y uno de los que me ha llamado mucho la atención es la iglesia de San Xoan dos Baos, en Ribeira de Piquín, con sus cinco calaveras incrustadas en una pared del pórtico. Nadie sabe exactamente por qué están ahí y a quién pertenecen. En la provincia de Lugo hay al menos otras tres iglesias con esta curiosa ornamentación. En el libro aparece Santa María de Conforto, en A Pontenova, donde encima de la pila bendita también hay una calavera incrustada en la pared y nadie sabe cuál es el origen de su historia.

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