Un problema de altura en el ascensor Halo

Técnicos del Ayuntamiento de Vigo analizan cómo reforzar la seguridad tras la caída desde el mirador de dos jóvenes en apenas quince días
El ascensor Halo, en Vigo, que supera los 40 metros de altura. SALVADOR SAS (EFE)
photo_camera El ascensor Halo, en Vigo, que supera los 40 metros de altura. SALVADOR SAS (EFE)

Los primeros días del ascensor Halo de Vigo se están viendo marcados por la tragedia. El presunto suicidio de dos jóvenes en apenas una quincena ha puesto bajo alerta a la vecindad y al Ayuntamiento, que ya avanza medidas para tratar de evitar episodios similares. En principio, la primera apuesta apuntaría a reforzar la vigilancia en el entorno al considerar que, en sí misma, la futurística infraestructura es segura para los transeúntes. Con todo, algunas asociaciones abogan por instalar barreras físicas que ejerzan una función disuasoria. 

Fuentes municipales confirmaron ayer que el gobierno local está "á espera de coñecer as circunstancias" de la muerte de este chico de 21 años que se precipitó en la madrugada del jueves desde el mirador de este ascensor de unos 45 metros de altura que salva el desnivel que hay entre la parte baja de la ciudad y el Centro Vialia. Al joven lo encontraron todavía con vida, aunque muy grave. Lo evacuaron al hospital Álvaro Cunqueiro, pero no pudo superar sus heridas. 

En todo caso, la Policía Nacional investiga lo ocurrido y, "unha vez ditaminadas as causas deste suceso, serán os técnicos municipais os que avalíen a situación e determinen a liña a seguir".

Para ello, deberán tener en cuenta también el caso que tuvo lugar el día 7 –es decir, cuando la infraestructura aún no estaba abierta al público–. En aquella ocasión, el fallecido fue otro varón de 31 años que igualmente se habría precipitado desde la altura del mirador. 

Piden el "peche cautelar"

La similitud y cercanía entre ambos hechos ha llevado a la asociación de vecinos Zona Centro de Vigo a llamar la atención sobre la necesidad de tomar cartas en el asunto. 

Este jueves registraron en los servicios municipales una solicitud para que "tomen medidas inmediatas para evitar accidentes o muertes en el Halo", ya que entienden que "no se han adoptado todas las medidas de seguridad o disuasorias" que se precisaban. 

En concreto, el texto solicita que el Concello adopte "medidas de protección oportunas" que permitan "evitar accidentes de calquera tipo". Y dan ideas, como por ejemplo instalar "unha pantaia protectora de cristal" que "non interferiría coas vistas". Pero, mientras tanto, aboga por que se decida "ben a restricción de paso á zona aberta do mirador, ben o peche cautelar da infraestructura" a fin de "garantir a seguridade dos cidadáns, e especialmente dos máis cativos". 

Además, incluye críticas a la actuación del ejecutivo que encabeza Abel Caballero. "Vese que coas presas da posta en marcha do mirador nos días previos ás eleccións non se avaliaron suficientemente os riscos desta infraestructura", remacha.
 

Estructural, no infraestructural
Tanto el comunicado del Concello de Vigo como el de la asociación vecinal Zona Centro hacen hincapié en preocupaciones sobre la seguridad que tiene o no tiene el Halo. Esto es, en un problema con este deslumbrante ascensor estrenado hace justo una semana. 

La última memoria del Imelga contabilizaba 340 muertes por suicidio en la comunidad gallega en 2022. Casi medio centenar víctimas lo cometieron arrojándose desde una altura. Y además, del total, 16 de los fallecidos aún no llegaban a la treintena.

Hace dos años todavía no estaba abierto el Halo. El fondo de la cuestión no es la infraestructura, sino que es estructural. Y ahí deben enfocarse las medidas.

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