Arritmias cardíacas: tipos, diagnóstico y tratamiento

Las enfermedades cardiovasculares son las enfermedades más mortíferas en todo el mundo; y es que anualmente se cobran casi 18 millones de vidas. Teniendo en cuenta esto, el ritmo de vida que llevamos y los hábitos poco saludables que muchas veces tomamos, es importante cuidar y atender nuestra salud cardiovascular para poder prevenir problemas más graves. Cualquier síntoma debe ser puesto en manos de un especialista. De ellos, las arritmias cardíacas son quizá las causas de mayor consulta.

¿Qué es una arritmia?

Una arritmia cardíaca es una alteración de nuestro ritmo cardíaco. Si bien es cierto que no todas las arritmias son igual de peligrosas, es importante que en el momento de detectar alguna hablemos con un médico para realizar las pruebas pertinentes y descartar posibles complicaciones.

Para empezar, hay que saber que existen principalmente dos grupos de arritmias: las lentas o bradiarritmias y las rápidas o taquiarritmias. Como podemos entender, estos dos grupos cuentan con un tratamiento completamente diferente, por lo que el diagnóstico precoz sigue siendo importantísimo.

Antes de hablar de los tipos de arritmias y pruebas que se pueden realizar para establecer qué tipo de arritmia se padece, hay que señalar que un buen seguro cubrirá todas estas pruebas para poder tener un diagnóstico correcto. En este punto, te recomendamos calcular el seguro de salud.

Tipos de arritmias

Bradicardia

Las bradicardias se entienden como frecuencias cardíacas muy bajas, más bajas de 60 latidos por minuto. Esto se produce cuando el impulso eléctrico encargado de estimular la contracción de nuestro corazón no se genera en el marcapasos natural del mismo. Sin restarle total importancia, hay que señalar que las taquicardias, el otro grupo, suelen ser más preocupantes.

Taquicardia

Las arritmias que se engloban en este grupo son aquellas que cuentan con una frecuencia cardíaca muy elevada, por encima de los 100 latidos por minuto. En este grupo encontramos muchos tipos diferentes de taquicardias. La más peligrosa o grave sería la fibrilación ventricular: latidos irregulares no controlados. Con esta afección se pueden alcanzar los 300 latidos por minuto teniendo que obtener asistencia médica inmediata.

Diagnosticar una arritmia

Para poder diagnosticar una arritmia, lo primero que tendremos que hacer es acudir al médico para que nos realice un examen físico. Tras estudiar sintomatología, así como antecedentes médicos, el médico nos someterá a algunas pruebas para confirmar estos latidos y buscar afecciones que sean responsables de estas arritmias.

Posibles pruebas de diagnóstico de arritmias

  • Electrocardiograma: mide el tiempo y la duración de las fases eléctricas de los latidos de nuestro corazón. Se realiza con una serie de electrodos adheridos al pecho que registran esta actividad.
  • Monitor Holter: es como un electrocardiograma pero registrará la actividad durante todo el día, mientras realizamos nuestras actividades rutinarias.
  • Grabador de eventos: es similar al anterior, pero sirve para detectar arritmias esporádicas. De esta forma, también es portátil, pero se activa cuando se presiona un botón en el momento de notar los síntomas.
  • Ecocardiograma: es una prueba no invasiva que, mediante ondas sonoras, reproduce la imagen del corazón para poder poder ver tamaño, estructura así como movimientos.

Tratamientos en arritmias

Los diferentes tratamientos dependerán de si estamos ante una taquicardia o una bradicardia. Además, hay algunas taquicardias, como hemos comentado, que pueden ser mucho más graves que otras. Por otro lado, hay arritmias que no necesitan tratamiento y que sólo se recomienda revisiones periódicas para poder controlarlas.

Sea como sea, un buen diagnóstico será capaz de establecer el tipo de tratamiento que podría ir desde medicamentos, maniobras vagales, procedimientos con catéter, cardioversión o incluso cirugía del corazón.

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