A menos de una semana de que el popular Alberto Núñez Feijóo pruebe suerte en el debate de investidura que arranca el próximo martes, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo en funciones, Yolanda Díaz, desplegó este jueves varios compromisos que asumirá la coalición de gobierno que aspira a volver a reeditar con el socialista Pedro Sánchez y rechazó que el mercado laboral español tenga "un problema de vacantes".
Su intención, dijo, es continuar desarrollando la agenda social, lo que implica "seguir subiendo el salario mínimo interprofesional" (SMI) —que este año se elevó un 8%, hasta los 1.080 euros brutos— y las retribuciones en términos generales, porque se trata de "la mejor herramienta de lucha contra la pobreza laboral" y de la "herramienta feminista por excelencia".
Así se pronunció la vicepresidenta en el marco del foro sobre El futuro del trabajo y del diálogo social que este jueves arrancó en Santiago con temas de debate en la agenda como la democracia en el trabajo, la inteligencia artificial y la negociación colectiva verde.
En rueda de prensa acompañada del comisario europeo de Empleo y Derechos Sociales, el socialista Nicolas Schmit, Díaz puso en valor el haber logrado "reducir la brecha retributiva entre hombres y mujeres en cuatro puntos" durante una legislatura sacudida por la pandemia, el volcán de La Palma y la crisis inflacionaria derivada de la guerra. "Hemos demostrado que las medidas sociales son eficaces y eficientes en términos económicos", enfatizó, tras lo que se mostró "segura" de que, una vez que la candidatura de Feijóo a la presidencia fracase, el gobierno "progresista" podrá seguir trabajando para que los asalariados "ganen derechos".
"Es muy difícil vivir con 1.500 euros"
Con el salario mediano situado en 21.639 euros brutos al año en 2021, según el Ine, la ministra manifestó que "es muy difícil vivir con 1.500 euros" al mes, por lo que prometió seguir desarrollando políticas sociales para "cambiar la vida de la gente".
En cuanto a las causas de la inflación persistente, constató que hoy los organismos internacionales y el propio Banco de España (BE) asumen que "los extensos márgenes empresariales son los causantes" y no las remuneraciones. Recordó que, al inicio de la crisis de precios, entidades como el BE llegaron a pronosticar que las subidas salariales podrían acarrear los temidos efectos de segunda ronda.
Y después de que la encuesta de coste laboral del Ine cifrase en 148.091 las vacantes de empleo disponibles, una cifra récord para un segundo trimestre, Díaz —que alternó el castellano con el gallego en su comparecencia— rechazó que exista un problema extendido para encontrar trabajadores.
"España non ten un problema de vacantes. Non somos Estados Unidos e nin sequera España está na media de vacantes da UE", remarcó, para luego aludir a que el espectro de perfiles profesionales en los que la demanda de mano de obra no se cubre es reducido. Dando un paso más, derivó gran parte de la responsabilidad a las empresas al señalar que "temos xente no paro" mientras se realizan "millóns de horas extraordinarias", un número "absolutamente excesivo" pese a que los esfuerzos de la Inspección de Trabajo han permitido "reducir" las no remuneradas. "Temos moitos elementos por corrixir, pero o problema non son as vacantes, senón as horas extra excesivas que se fan sen retribuir e o paro estrutural, que aínda é elevado", concluyó. Todo ello en una semana en la que la patronal Cepyme avisó de que las dificultades para cubrir determinados puestos se están agravando, una llamada de alerta a la que se sumó el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, que demandó una reforma para que los parados que cobren un subsidio puedan compatibilizarlo con un empleo.
El encarecimiento del crédito y la recesión alemana, riesgos para el empleo
La tasa de paro de España se situó en el 11,6% en julio, según Eurostat. Es la ratio más reducida desde mediados de 2008 y dista mucho del 27% alcanzado en el primer trimestre de 2013, durante la crisis financiera. Pero está lejos del 6,4% de la eurozona, un mínimo histórico.
"Quedando moito camiño por percorrer para achegármonos ás taxas de paro europeas, cumprimos coa nosa palabra", recalcó Díaz. Con todo, asumió que la recesión de Alemania y el alza de tipos de interés elevarán los costes financieros de las empresas, lo que impactará "no emprego".
El comisario pide para octubre un acuerdo sobre teletrabajo y desconexión
Con Santiago convertido de nuevo, tras la reunión informal del Ecofin del pasado fin de semana, en centro de debate comunitario, el comisario Nicolas Schmit describió Compostela como "uno de los lugares más europeos" del continente.
Convencido de la importancia de impulsar el diálogo social y los convenios colectivos, máxime con la transición verde y digital en curso, el socialista instó a los agentes sociales a llegar a un acuerdo en octubre en lo que toca al derecho a la desconexión y el teletrabajo.
Yolanda Díaz señaló que la Presidencia española de turno de la UE aspira a ser "la más social hasta el momento en Europa"
Sobre la mesa, explicó, también está la reforma de la directiva sobre comités de empresa en la UE, para mejorar los periodos de consulta entre empresas y sindicatos. Convencido de que toca "organizar mejor el mundo del trabajo", también aludió a la directiva para proteger los derechos de las plantillas de las plataformas digitales, en las que no pueden imperar "las normas sociales menos exigentes". Será, dijo, el punto de partida que dictará a los socios "cómo usar la inteligencia artificial en el futuro". "Las máquinas no pueden ser las que acaben teniendo todo el poder, pues sabemos para quién van a aprovecharlo", advirtió Schmit, que pide más "democracia en el mundo laboral".
En un escenario en el que la desigualdad ha aumentado, el comisario coincidió con Yolanda Díaz en la necesidad de mejorar las retribuciones y destacó la directiva sobre salarios mínimos adecuados de 2022. La realidad de los trabajadores pobres no le es ajena, pues admitió que para muchos el tener un empleo ya "no es suficiente porque no se paga bien".
De su lado, la vicepresidenta manifestó que la Presidencia española de turno de la UE aspira a ser "la más social hasta el momento en Europa" cuando en el que en el viejo continente hay 100 millones de personas pobres y un 29% de trabajadores en "precario".
