La nueva parada obligatoria en el Camino: pulpo y croca antes de llegar a la Catedral

María muestra, desde la cocina de su establecimiento, un poco de pulpo antes de prepararlo para servir. EP
La pulpería A de María abrió en Santiago, tras 14 años en Teo, con la misma cocina de siempre, un comedor amplio y el estreno inminente de una pensión. Todo, a menos de dos kilómetros de la Praza do Obradoiro

Después de más de una década sirviendo raciones en Teo, A de María ha iniciado una nueva etapa en Compostela. El cambio no es pequeño, pero María Eiján Iglesias, alma y gerente del negocio, lo define con claridad: "Alí traballabamos moi ben, pero quixemos apostar por este establecemento". La nueva ubicación, en la zona de Fontiñas, está en pleno Camino Francés, a apenas quince minutos a pie de la Catedral.

Abrieron el pasado 12 de mayo, con muchos nervios y una buena dosis de ilusión. En apenas unos días, las mesas se han ido llenando. "Xa está indo moi ben. Hai moita afluencia", cuenta María, satisfecha. La clientela de Teo sigue pasando por allí, y los nuevos visitantes —turistas, vecinos de la zona, peregrinos— descubren a diario este rincón donde el pulpo manda.

La oferta sigue una línea continuista: raciones y gastronomía gallega 

En el nuevo local no han cambiado las costumbres. "Seguimos coa mesma oferta", resume María. Y eso significa que el pulpo sigue siendo el protagonista: á feira, con cachelos o en croquetas, siempre con el toque de O Carballiño. Junto a él, platos de la cocina gallega más sabrosa: la croca es otra de las insignias del local, que también ofrece raxo, chipirones, zamburiñas a la plancha, langostinos crujientes, picaña de ternera a la piedra, milanesa, zorza, huevos fritos con chorizo, pimientos...

Todo funciona a base de raciones, en un comedor amplio donde pueden comer más de 50 personas al mismo tiempo. El "boca a boca" —que ya les hizo crecer en Teo— parece estar funcionando también en Compostela.

Buena oferta de dulces y 30 vinos para elegir

La carta dulce tampoco decepciona: filloas con miel, nata o chocolate, flan, tarta de piña, requesón, tarta de la abuela, queso con membrillo o la clásica tarta de Santiago. Y para maridar todo esto, una selección de más de 30 vinos con denominación de origen: Valdeorras, Ribeiro, Monterrei, Ribeira Sacra, Rías Baixas, Ribera del Duero… sin olvidar cavas y espumosos.

Una pensión a punto de abrir, la gran novedad 

La gran novedad de esta nueva etapa está a punto de arrancar: A de María no solo será restaurante, también alojamiento. A finales de mayo esperan poner en marcha una pensión con 16 habitaciones, actualmente en proceso de autorización por parte de Turismo. Una opción perfecta para quienes hagan el Camino o busquen dormir cerca del centro pero con tranquilidad.

"Queremos seguir na mesma liña, e ir vendo como vai todo… De momento, ben", dice María con cautela, aunque reconoce que el arranque ha sido esperanzador. "Toco madeira, pero ogallá siga así", insiste.

Un negocio familiar con trato cercano

María no está sola en esta aventura. Su marido y su hija forman parte del día a día del negocio. Una estructura familiar que se nota en el trato, en los detalles, en la forma de recibir al cliente. Quizá por eso, tras 14 años en Teo, son muchos los que siguen fieles al proyecto. "Nunca tivemos problema", asegura María.

Se recomienda reservar con un poco de antelación

El restaurante abre todos los días excepto los domingos, en horario ininterrumpido de 12.30 a 22.30 horas. Es recomendable reservar con antelación, especialmente en fines de semana, ya que la demanda es alta. El teléfono de reservas es el 609.166.523.

Situado a menos de dos kilómetros de la Catedral, en los últimos pasos del Camino Francés, A de María combina tradición, calidad y cercanía. Un sitio donde comer bien antes (o después) de alcanzar la Praza do Obradoiro.