Galicia alberga recursos mineros que valen hasta 45.000 millones de euros
Galicia concentra a día de hoy en torno al 10% de la producción minera nacional pero tiene potencial para explotar muchos más yacimientos en un escenario en el que la Unión Europea aspira a aprovechar los recursos que tiene en casa para asegurar el futuro de las cadenas de suministro reduciendo la dependencia de terceros países como China. Con ese telón de fondo, la Xunta ha encargado a la Universidade de Santiago un estudio sobre la riqueza minera gallega que estima que la comunidad alberga recursos con un valor económico de entre 25.000 y 45.000 millones de euros.
De las 34 materias primas que la UE ya ha identificado como críticas debido a su importancia económica y al alto riesgo de que su suministro sufra interrupciones, Galicia presenta indicios claros de la presencia de 18 de ellas. En la lista están algunas consideradas estratégicas como wolframio, litio, cobre, tierras raras, manganeso, metal de titanio, silicio metálico, tántalo o cobalto. Con "unha das concentracións máis significativas de elementos críticos de Europa occidental" bajo tierra, la Xunta apuesta por aprovechar ese potencial para generar riqueza, empleo y garantizar el desarrollo de industrias como las ligadas a la movilidad eléctrica o las energías renovables, las tecnologías digitales o la defensa.
Las conclusiones del informe, basado en el análisis de más de 42.800 muestras geoquímicas regionales tomadas por el Instituto Geológico y Minero de España y la caracterización de 127 zonas prospectivas, las dieron a conocer ayer el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y la conselleira de Economía e Industria, María Jesús Lorenzana, tras el Consello.
Corredores de depósitos minerales
Revela la existencia en Galicia de cinco corredores de depósitos minerales que concentran la mayor parte del potencial de elementos críticos. Uno de ellos es el de Santiago-Touro-Lalín, que abarca 1.200 kilómetros cuadrados, alberga el "maior depósito de cobre de Galicia" y tiene mineralizaciones de cobalto, clave para baterías.
Otro, el de Cabo Ortegal-Moeche con 200 kilómetros cuadrados, atesora metales como platino y paladio en concentraciones que "alcanzan niveis comparables a xacementos internacionais".
El de Penouta-Forcarei, con 420 kilómetros cuadrados, es "o corredor estrela para a industria tecnolóxica e o único con produción activa de tantalio en Europa".
Por su parte, el corredor San Finx-Santa Comba se considera "a histórica cintura do wolframio" en Galicia, activa desde hace más de un siglo. Un total de 810 kilómetros cuadrados que reúnen dos de los yacimientos de este mineral más grandes de España.
Por último, el de Vigo-Tui-Porriño concentra los mayores recursos estimados de tierras raras de Galicia en sus 1.200 kilómetros cuadrados y puede jugar un destacado papel en la fabricación de motores de coches eléctricos, aerogeneradores, células fotovoltaicas o tecnología militar.
En el marco de estos corredores ya hay explotaciones de materias primas críticas activas, como la de Magnesitas de Rubián en O Incio, donde se extrae magnesio. Otros proyectos están en tramitación, como el que busca reactivar la mina de cobre de Touro o el de la mina de litio proyectada de Doade.
La sombra de la contestación social
El rechazo social es una de las trabas con las que puede toparse el despliegue de nuevos yacimientos mineros en Galicia. Al respecto, la conselleira María Jesús Lorenzana ligó el éxito de la estrategia de la Xunta para impulsar este sector a que "a sociedade a entenda". Defendió que parte de la riqueza obtenida debe revertir en el territorio. "As zonas onde estean instaladas as futuras minas teñen que ser máis ricas e prósperas", incidió. Y remarcó que cualquier proyecto, antes de lograr permiso para iniciar la explotación, debe superar una tramitación ambiental.
Con 3.700 puestos de trabajo directos, Galicia es la segunda comunidad con más empleo en el sector de la minería.