Wolframio, el 'oro negro' por el que suspira Europa y se extraerá en Galicia
La mina a cielo abierto de wolframio que la compañía sueca Eurobaterry Minerals explotará en el municipio ourensano de A Gudiña volverá a situar Galicia en el mapa de la extracción de este metal por el que hoy suspira Europa al figurar entre las materias primas consideradas críticas.
Este recurso, tan valorado en la actualidad, fue durante siglos despreciado. En muchas minas de estaño aparecía un mineral negro que nadie quería. Era difícil de separar, interfería en la extracción y carecía de una utilidad conocida. Los mineros alemanes lo llamaron wolfram o baba de lobo y acabó convirtiéndose en uno de los minerales más codiciados del siglo XX.
Se descubrió que aquel material oscuro servía para fabricar filamentos de lámparas, puntas de bolígrafo, herramientas industriales, discos de corte y, sobre todo, aleaciones resistentes para aceros blindados y munición.
Clave en la Segunda Guerra Mundial
Poco a poco, muchas minas de estaño empezaron a centrarse casi en exclusiva en el wolframio. Y cuando detonó la Segunda Guerra Mundial, en 1939, su valor aumentó de forma exponencial. Era un recurso estratégico para los ejércitos y fue utilizado por la Alemania nazi para el blindaje de sus carros de combate y la fabricación de las cabezas de sus proyectiles.
Su precio crecía al mismo ritmo que las tensiones internacionales. Alemania, que lo compraba masivamente en China, tuvo que pasar a adquirirlo en la península ibérica a causa del conflicto bélico, y España, que se declaró neutral, pudo hacer negocio.
Con la fiebre de este 'oro negro', llegó también el contrabando. En las zonas mineras próximas a la frontera portuguesa, muchas familias completaban sus ingresos transportando el mineral de forma clandestina. Así, dejó de ser una 'molestia' a convertirse en pieza clave de la geopolítica mundial.
Uno de los principales centros de extracción de wolframio en la Segunda Guerra Mundial estaba asentado en el municipio pontevedrés de Vila de Cruces. Era la mina de Fontao. Durante el conflicto militar, más de 20.000 gallegos trabajaron en la extracción de wolframio, según datos de la Cámara Oficial Minera de Galicia.
Un metal estratégico hoy en día
En la actualidad, este recurso –también conocido como tungsteno– está considerado un metal estratégico para diversos sectores industriales y tecnológicos. Su resistencia, densidad y durabilidad lo convierten en esencial en aplicaciones que van desde la metalurgia, la electrónica y la defensa hasta la energía eólica, la solar o la movilidad eléctrica.
Con ese telón de fondo, la Unión Europea lo ha incluido entre las materias primas estratégicas para reducir la dependencia de terceros países, especialmente de China, y asegurar el futuro de las cadenas de suministro en el viejo continente.
La de A Gudiña será la segunda explotación de wolframio activa en España –la otra opera en Salamanca, mientras en Ciudad Real hay otro proyecto para extraer este metal que ya ha sido considerado estratégico por la Comisión Europea–. El yacimiento ourensano cuenta con 60.000 toneladas de reservas. La Xunta autorizó hace ocho años la transmisión de los derechos mineros a Tungsten San Juan, la filial gallega de la firma sueca.
La mina generará 130 empleos
Eurobattery Mineral ya ha iniciado los trabajos para activar la actividad. Estima que la mina generará más de 130 empleos cuando esté funcionando a pleno rendimiento, de los cuales 35 serán directos y más de un centenar indirectos.
La minera ya ha empezado a recibir los primeros currículums y ha activado un correo electrónico con información (empleo@tungsten-sanjuan.com) para encauzar las solicitudes de los interesados. La compañía destaca que se convertirá en el "principal empleador" de este concello del extremo sudeste de la provincia de Ourense, en la comarca de Viana, que tiene algo menos de 1.190 habitantes.
Desde Eurobattery Minerals señalan que el sector minero "suele tener una de las medidas salariales más altas de todas las actividades económicas".
