El pueblo mágico bajo las aguas del Miño que es parada obligada en el Camino de Santiago

Vista de Portomarín. SEBAS SENANDE
Se encuentra en la provincia de Lugo y uno de sus principales reclamos es su singular historia

Portomarín, el municipio lucense que acoge a miles de peregrinos cada año en su paso por el Camino de Santiago, se ha consolidado como un destino turístico de primer nivel. La localidad, que forma parte de la selecta lista de Pueblos Mágicos de España, cuenta con numerosos atractivos patrimoniales, naturales y gastronómicos.

Uno de los principales reclamos de Portomarín es su singular historia, marcada por la construcción del embalse de Belesar en 1963. Las aguas del río Miño anegaron el antiguo núcleo urbano, obligando a trasladar piedra a piedra varios de sus edificios más emblemáticos, como la iglesia de San Xoán o la Capela de As Neves. Cuando el caudal del río baja, aún pueden contemplarse los restos del viejo Portomarín sumergido, una estampa que no deja indiferente a nadie.

Pero la localidad no vive anclada en el pasado, sino que mira al futuro con optimismo. Según explica su alcalde, Pablo Rivas, Portomarín recibe peregrinos durante prácticamente todo el año, lo que supone un importante impacto económico. "Son nove meses a un nivel moi alto, pois é moi distinto a un destino de praia que poden ser dous", afirma el regidor. La oferta hotelera del municipio supera ya las 2.500 plazas, lo que garantiza un flujo constante de visitantes.

Un destino vivo y dinámico

Más allá del Camino, Portomarín ofrece un amplio abanico de actividades y eventos a lo largo del año. Entre ellos destacan las rutas por el río Miño, la Fiesta del Aguardiente (una de las más antiguas de Galicia, con más de medio siglo de historia), el Portomarín Beerfest de cerveza artesanal, los Domingos Folclóricos o los animados "tardeos" que se celebran en julio y agosto.

La gastronomía es otro de los puntos fuertes de la localidad. Las anguilas y la tarta de almendra son dos de sus especialidades más apreciadas por los visitantes. Tampoco faltan opciones para los paladares más curiosos y atrevidos, como el aguardiente, que cuenta con una fiesta propia que atrae cada año a miles de personas.

Alojamientos para todos los gustos y bolsillos

Para acoger a los numerosos visitantes que llegan hasta Portomarín, el municipio cuenta con una amplia y variada planta hotelera. "Dende o Concello invitamos a achegarse a Portomarín en calquera momento do ano", señala el alcalde. La oferta abarca desde albergues y pensiones hasta hoteles de varias estrellas, pasando por todo tipo de alojamientos turísticos.

La iglesia de San Xoán, testigo de una boda peregrina

La iglesia de San Xoán, también conocida como San Nicolás, es uno de los monumentos más icónicos de Portomarín. Construida en el siglo XII por la Orden de San Juan de Jerusalén, fue trasladada piedra a piedra a su actual ubicación tras la construcción del embalse de Belesar. El templo, que conserva su aspecto de fortificación medieval, fue el escenario el pasado año de una curiosa boda entre dos jóvenes que se conocieron haciendo el Camino de Santiago a su paso por la localidad.