La armadora del Loitador lo niega todo: "El capitán está libre y sin medida alguna"
Ni jornadas de 22 horas diarias, ni hambre a bordo ni condiciones insalubres. La armadora del Loitador ha salido al paso de las aberrantes informaciones vertidas por la Fiscalía de Argentina, que pintan el buque vigués como una suerte de barco de los horrores, y niega la mayor. "La prueba es que el capitán quedó en libertad sin medidas cautelares, algo difícil si hubiese indicios de un delito tan grave como trata de seres humanos y explotación. Ahora está tranquilo en casa", cuenta a AGN el abogado del armador.
¿Por qué entonces el ministerio público argentino decidió lanzar semejantes acusaciones, describiendo al patrón gallego como un explotador sin escrúpulos que, según su relato, dejó en coma a uno de sus marineros por inanición? "Esto trasciende mucho más allá. No es tanto el interés por la persona como el de las autoridades argentinas en relación a los barcos que operan en Malvinas y aguas internacionales frente a Argentina".
Una posible mano negra como causa del escrito de la Fiscalía argentina
El abogado apunta, por tanto, y de manera más o menos velada, a una posible mano negra. La misma que estaría detrás de los repetidos apresamientos de barcos gallegos por parte de las autoridades del país austral, habitualmente bajo las acusaciones de pesca ilegal, y que tendrían como telón de fondo los intereses geopolítico-pesqueros de Argentina, que ve los barcos gallegos como una especie de intrusos que esquilman sus aguas. Aunque esta vez el pretexto acusatorio habría ido demasiado lejos.
Y es que las acusaciones de la Fiscalía argentina ponen los pelos de punta: hablan de un marinero senegalés que tuvo que ser evacuado a tierra desde altamar y que "ingresó en coma en un hospital con un cuadro de desnutrición, hipotermia y deshidratación" fruto de un régimen a bordo que desde el otro lado del Atlántico incluiría "jornadas agotadoras de hasta 22 horas al día, los siete días a la semana, en condiciones insalubres, escasa alimentación y un salario muy por debajo del mínimo establecido en los estándares internacionales".
Son unas acusaciones que darían para el argumento de una película de terror en altamar pero que están en las antípodas de la realidad descrita por el capitán gallego. "Pude hablar con él y evidentemente niega todo, excepto un único punto: que evacuaron a un marinero a tierra. A los dos días le dieron el alta, pero la Fiscalía argentina ya había iniciado la investigación con esos cargos incluso antes de tener el testimonio de la presunta víctima", cuenta el abogado de la armadora, que añade que "todos los marineros descansaban sus horas y la documentación aportada a la Audiencia Nacional evidenció que las nóminas estaban bien".
El marinero evacuado estaba en el ramadán
También añade el jurista que "no faltaba comida a bordo, lo que pasa es que el marinero senegalés que cayó enfermo es musulmán y estaba con el ramadán en esa época". ¿Su indisposición pudo haber estado motivada entonces por la carestía voluntaria de alimentos propiciada por el ramadán? "No soy médico pero comida tenía suficiente. De hecho en su declaración nunca dice que no la hubiese", explica el letrado.
¿Cómo se encuentra el patrón?
El patrón "sigue gozando de plena confianza por parte de la armadora y sigue trabajando para ella". "Está en su casa tranquilo y puede viajar a donde quiera. No le quitaron el DNI ni se tomó ninguna medida".
"Nun barco galego é imposible que se pase fame"
Al responsable del sector de mar de la CIG, Xabier Aboi, las gravísimas acusaciones al capitán del Loitador le "cheiran moi raro". El sindicalista lleva dos décadas especializado en temas pesqueros y conoce la legislación y rutinas del sector como la palma de su mano. Y asegura que "nun barco galego é imposible pasar fame".
"É certo que hoxe en día conviven moitas nacionalidades a bordo e as veces fanse varios tipos de comida, pero fame non se pasa. É máis habitual que sobre comida", explica Aboi, un defensor a ultranza de los derechos de los marineros pero que ve el relato de la Fiscalía argentina "cheo de incongruencias".
En sus veinte años al cargo del área pesquera de la CIG ha constatado que "en altamar ás veces se traballan 12 ou incluso 14 horas, porque a Inspección de Traballo só vai no porto", pero nunca había escuchado un relato como el vertido sobre el Loitador.
Y en línea con el abogado de la armadora, no descarta intereses espurios en el proceso contra el capitán. "A situación nas Malvinas non é doada. Sábese que moitas veces Arxentina vai polos barcos galegos, que acaban pagando as multas. En cambio non van polos chineses, xa que prefiren deixar o barco alí que pagar".