El cierre de la central de As Pontes impulsó la caída del 24% de las emisiones en Galicia en 2024

La central térmica de As Pontes, ya cerrada. AEP
La generación de gases de cambio climático de la industria gallega arroja su dato más bajo desde 2005 ▶ La refinería de Repsol copa el mayor volumen de CO2

Las emisiones de gases causantes de cambio climático de las industrias afectadas en Galicia por el Régimen Europeo de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE) rozaron los 3,5 millones de toneladas en 2024. Tal cantidad es más de un millón de toneladas menos que las registradas el año anterior, un descenso del 23,7% que se atribuye a dos razones fundamentales: que el 4 de octubre de 2023 la central térmica de As Pontes se apagó definitivamente, dejando de quemar carbón después de 47 años de actividad, y la "baixada na actividade" de las centrales de ciclo combinado alimentadas con gas fósil, "favorecida pola elevada xeración hidroeléctrica e o escaso aumento da demanda eléctrica".

El Observatorio Galego da Acción Climática (Ogacli), que realiza el análisis a partir de los datos divulgados por la Comisión Europea, destaca que estos cerca de 3,5 millones de toneladas de CO2 es "a cifra máis baixa desde que entrou en vigor o comercio de emisións en 2005".

Además, la comunidad acumula casi siete años de descenso ininterrumpido, en el que el balance de 2022 pone la única nota discordante debido al incremento registrado en el sector energético ante la caída de la producción hidroeléctrica "pola seca", al "estancamento" de la potencia eléctrica renovable, al aumento de la actividad de la refinería de petróleo de A Coruña y al "importante" alza de las emisiones del transporte de personas y mercancías tras los años duros de la pandemia.

Repsol es la que más emite 

Pero, centrándose en los datos de 2024, Ogacli recalca que el descenso del 23,7% en las emisiones industriales "foi debida case en exclusiva ás centrais térmicas" y la "mudanza estrutural na produción eléctrica", al ser el primer año completo "sen produción eléctrica con carbón, a máis intensiva en emisións de CO2", que se suma a "factores conxunturais" que posibilitaron "unha redución na actividade das centrais eléctricas de gas, a pesar do cativo crecemento da potencia eléctrica renovable". 

En concreto, aunque aguanta en el segundo puesto como industria con mayor carga de gases, este sector recortó casi un 60% sus emisiones, al pasar de las más de 2,2 millones de toneladas de 2023 a  las 818.219 del curso pasado.

Otro recorte destacado es el que se detecta en las fábricas de producción de pasta de papel (-15,6%).

En el resto de ámbitos industriales, sobresale el "forte ascenso" de las emisiones de la producción de acero y ferroaleaciones (+74,2%), derivada "sobre todo" de la mayor actividad de la fábrica de silicio de Ferroglobe en Sabón, y el aumento "de forma importante" de las vinculadas a la fabricación de productos químicos orgánicos (+37,2%) y el refinado de petróleo (+9,9%).

En todo caso, hay cinco industrias que copan "máis do 70%" de las emisiones: la refinería de Repsol en A Coruña, la central de gas fósil de Endesa en As Pontes, la planta de alúmina de Alcoa en San Cibrao, la central de gas fósil de Sabón y la planta que Air Liquide tiene en Meicende, Arteixo. Y "todas", menos la de A Mariña, "teñen que ver coa transformación de combustíbeis fósiles", remarca la entidad de iniciativa ciudadana.

Además, "por primeira vez nas últimas décadas", Endesa no ocupa el primer lugar: Repsol da el sorpasso. Su infraestructura petrolífera en A Coruña es responsable de más de un millón de toneladas.

La influencia de la actividad en Alcoa

Ogacli indica que "a parálise" en la producción de aluminio, prolongada en 2024, es "fundamental" en la evolución de las emisiones industriales gallegas. La fábrica de alúmina-aluminio de Alcoa en San Cibrao, "única" del sector sujeta al Régimen de Comercio de Derechos de Emisión, pasó de generar un millón de toneladas de gases en 2021 a unas 400.000 en 2023 y 2024.

La asociación añade que su consumo eléctrico también impulsaría la actividad de las centrales térmicas fósiles, es decir, una fuente indirecta que incrementaría aún más esas emisiones.