La cifra de mujeres migrantes en edad de trabajar creció en Galicia un 70% en una década
El protagonismo de las mujeres extranjeras en el mercado laboral no es una cuestión "coyuntural", sino una tendencia que "se agudizará al calor de la realidad demográfica". Son las conclusiones de un informe de la Fundación Adecco que señala que la población femenina española en edad laboral que vive en Galicia ha disminuido en 63.081 personas en la última década –un 7,4%– a la par que la de origen foráneo ha aumentado en 26.799 –un 70%–, hasta llegar a las 65.079.
De la mano de esta evolución, las segundas han pasado de representar el 4,32% de la fuerza de trabajo gallega en 2014 al 7,65% en 2024.
La contribución de la población inmigrante supone "un factor estratégico" para "sostener el crecimiento económico y garantizar la competitividad" de una Galicia sumida en un contexto "de envejecimiento poblacional y decrecimiento de la población activa autóctona", sostiene la compañía de recursos humanos.
Y, en particular, esa contribución tiene rostro de mujer, después del "proceso de feminización" de la inmigración desde la crisis de 2008, "cuando el trabajo doméstico sirvió de 'sector refugio'", aunque con el freno luego de la pandemia y sus restricciones, "que afectó notablemente" a este nicho.
En todo caso, la mujer "sigue hoy representada en mayor proporción" que los hombres, al copar el 52% de la fuerza laboral llegada desde el extranjero.
Peso en cuidados, hostelería y "servicios esenciales"
Ampliando los datos de la Encuesta Continua de Población, se observa que, en los últimos veinte años, las mujeres extranjeras en edad de trabajar se han incrementado en un 168%, en tanto que las españolas han descendido un 12%. La previsión, además, es que la fuerza de las primeras siga creciendo: las proyecciones demográficas del Instituto Nacional de Estadística calculan que, en 2039, los nacidos fuera supondrán uno de cada cinco vecinos de Galicia.
¿Y dónde destaca su peso? Según Fundación Adecco, el papel de la mujer migrante es "clave" en áreas "fundamentales" como los cuidados, la hostelería, el comercio o los servicios esenciales.
"Los profesionales extranjeros suelen desempeñar funciones en sectores y posiciones que muchas veces cuentan con dificultades de cobertura, contribuyendo así a la dinamización del mercado laboral", incide Begoña Bravo, directora de inclusión de la entidad. "Más que una amenaza" expresada en la "muy extendida" creencia de que "nos está quitando el trabajo", su presencia "es una oportunidad" para "fortalecer" la economía y "responder a los retos demográficos y laborales".
Desventaja "estructural"
Sin embargo, este colectivo sufre una especial vulnerabilidad en el mercado laboral. "Su doble condición de mujeres y migrantes las sitúa en una posición de desventaja estructural, ante obstáculos como la discriminación por origen, la dificultad para homologar sus títulos, la falta de redes de contacto o la sobreexposición a la economía sumergida", advierte Bravo para recalcar que "garantizar su acceso a empleos formales y con derechos no solo es una cuestión de justicia social, sino una necesidad ineludible para sostener el tejido productivo y asegurar la cohesión social".
Adecco alude a que casi nueve de cada diez inmigrantes sin empleo considera aceptar trabajos en la economía irregular o sumergida, sin alta en la Seguridad Social y en condiciones "de absoluta desprotección".
Y citando a la asociación Por Ti Mujer, señala que las mujeres extranjeras afrontan más casos de acoso (44,1%) que las españolas (39,8%).