Dos futuros sanitarios gallegos, entre las mejores notas de RFIR y MIR: "Fue un trabajo de fondo"

Esfuerzo, mucho estudio y una gran dosis de constancia son los ingredientes con los que Iago Millán Entenza (Bueu, 1998) y Pedro Areal Antolín (Ourense, 2000) han cocinado el éxito que el 25 de enero cosecharon en las pruebas de acceso a la formación sanitaria especializada 2025, que iniciarán en mayo en el hospital de su elección. 

Tras medirse con los otros 275 candidatos que se presentaron a las pruebas –eran 322 los convocados– el bueués Iago Millán destacó entre los demás al obtener la mejor nota. En juego estaban 51 plazas para desarrollar la especialidad de radiofísica y, con este resultado, será el primero en poder elegir plaza cuando se abra el proceso de adjudicación en abril.

Tiene casi dos meses por delante, pero ya lo tiene medianamente claro. "La idea más fácil y cómoda es elegir el Hospital de Santiago. Me han hablado de que hay varios estudiantes de Física de años anteriores que trabajan allí y, además, creo que dentro de poco van a abrir unas nuevas instalaciones de protonterapia que creo que será las primeras de España. Aunque no sé si esto me va a repercutir, creo que puede ser un lugar interesante para formarme", expone este chico de 26 años. Este es su primer plan, aunque no descarta salir de Galicia si alguien le recomienda "mucho otra opción". 

Contento a la parque abrumado tras una jornada en la que su teléfono no dejó de sonar al ser el aspirante a radiofísico interno residente (RFIR) con mejor puntuación del país –el segundo y el tercer puesto fueron para estudiantes de la Universidad de Córdoba y de la Uned–, Millán señala que, aunque preparar el examen fue una tarea "intensa" en las semanas previas, en su caso la clave fue realizar "un trabajo de fondo de mucho tiempo", pues dedicó "casi año y medio" en exclusiva a su objetivo tras presentarse en la convocatoria de 2024 y no lograr su meta. 

"Fue un trabajo de fondo de mucho tiempo", apunta Iago MIllán respecto al proceso de preparación para afrontar el examen

"En esa ocasión no conseguí entrar. Esta vez me preparé muy bien. Tengo la suerte de que mis padres me permitieron poder dedicarme a esto a tiempo completo e ir a una academia. Digamos que tuve todos los recursos que necesitaba", relata este joven hijo de una celadora y de un mecánico-electricista. Tras obtener el grado de Física por la USC en 2021, lo complementó con un máster en Física nuclear y de partículas. En un principio, se orientó a la investigación iniciando el doctorado en el Instituto Galego de Física de Altas Enerxías, aunque luego optó por explorar el mundo de la Radiofísica Hospitalaria. 

"No puedo decir que fuera una vocación, pero es una opción que encontré para empezar a entrar en el mundo laboral", expone el joven, al que ahora le quedan tres años de especialización en Medicina Nuclear entre máquinas de rayos X, tomografías por emisión de positrones (PET) y tomografías axiales computarizadas (TAC). 

Competencia feroz en Medicina: 13.711 aspirantes para 9.007 plazas

También salió muy bien parado del pulso que libró el 25 de enero Pedro Areal Antolín (Ourense, 2000), que alcanzó la séptima mejor calificación del país en las pruebas para médico interno residente (MIR). En su caso, la competencia era feroz. Con 9.007 plazas en juego, fueron 13.711 los que se concurrieron a un examen de "200 preguntas tipo test con cuatro opciones y solo una correcta" y en el que cada tres fallos restaban un acierto. El expediente académico supuso un 10% de la puntuación total. 

"Llevaba unos 17 meses preparándolo, aunque desde junio con más intensidad", indica Areal, que asume su brillante posición con modestia. "Estoy contento, pero también lo habría estado habiendo logrado un número no tan alto. Estoy satisfecho, pero con humildad", relata en una jornada en la que no han sido pocos los medios que se han interesado por su particular gesta.

"Estoy satisfecho, pero con humildad", afirma Pedro Areal, que obtuvo la mejor nota entre los aspirantes a MIR de Galicia y la séptima a nivel estatal

 Graduado en Medicina por la USC en 2024, aunque afirma no haber decidido todavía por qué especialidad se decantará, apunta hacia los campos de la Oncología o la Hematología. "No sé si quiero quedarme en Galicia o si me quiero ir. Tengo que pensarlo bien. Preguntaré a gente que esté haciendo la residencia y también visitaré hospitales a ver cuál me convence más", afirma Pedro, en alusión a las jornadas de puertas abiertas que los centros suelen organizar antes de que se abra el proceso de adjudicación de plazas para ayudar a los residentes a decidirse.

En su caso, la especialización durará entre cuatro y cinco años, en función del campo por el que se decida este joven al que la vocación le viene de familia, pues su abuelo y su madrina son médicos. "De pequeño tenía claro que me gustaba, pero también me gustaban otras cosas. Ahora, no me veo haciendo otra cosa", confiesa.