Galicia bate récords con 424 trasplantes y 137 donaciones de órganos en 2024

El presidente de la Xunta y el conselleiro de Sanidade con profesionales médicos y miembros de asociaciones de trasplantados. DAVID CABEZÓN
En un año en el que España consolidó su liderazgo mundial, el Sergas situó la lista de espera en su nivel mínimo con 193 pacientes que aguardan un órgano. La implementación de la ley de eutanasia contribuyó a elevar las donaciones al permitir dejar constancia de esta voluntad por escrito. Un paciente relata su experiencia: "Me dijeron: 'Hay un órgano para ti', cuando no esperaba seguir vivo"

En un 2024 histórico en el que la sanidad española acometió 6.464 trasplantes, un 10% más que en 2023, consolidando su liderazgo a nivel mundial en este capítulo y en el de la donación de órganos –y ya van 33 años--, Galicia también rompió moldes.

Con los complejos hospitalarios de Santiago y A Coruña al frente del programa de trasplantes y con once hospitales autorizados para el de donaciones, el Sergas realizó 424 injertos, una cifra sin parangón, que supone un repunte del 28% con respecto a 2023 y que dispara la tasa de intervenciones de este tipo a 157 por millón de habitantes, por encima de la media nacional, de 132,8. “É un récord absoluto que supón máis dun trasplante ao día”, destacó Marisa López García, la directora de la Axencia de Doazón de Órganos e Sangue (Ados) en la presentación del balance en la Cidade da Cultura.

En un acto al que acudieron representantes de los equipos médicos, asociaciones de pacientes y autoridades como el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, López manifestó el “orgullo” por una radiografía que sitúa a Galciia “en postos destacados a nivel nacional” y agradeció el papel de todos los actores implicados.

Los trasplantes de riñón, a la cabeza

Los injertos de riñón fueron los más numerosos, con 208 ejecutados el pasado año, un 24% más que en 2023. Por detrás se situaron los hepáticos, con 118 (+34%); los pulmonares, con 64 (+31%) y los cardiacos, con 30 (+36%), en tanto que se igualó la cifra de trasplantes de páncreas, con cuatro operaciones. Fruto de la pericia de los equipos sanitarios, destacan las 36 operaciones bipulmonares.

Salvo en lo que toca al riñón, un campo en el que Galicia tiene una tasa de trasplantes de 77 por millón de habitantes, inferior a la estatal (83,1), en el resto de órganos la comunidad supera los registros nacionales.

Objetivo, superar este mes los 10.000 trasplantes

Desde que en 1981 se puso en marcha el programa, en Galicia se ejecutaron 9.975 trasplantes con los que se dio “unha segunda oportunidade” a muchos pacientes. Y la previsión es alcanzar los 10.000 a lo largo de este mes de enero.

En esos 43 años, el número de donantes superó los 3.400 y se han ido derribando barreras. El año pasado, fueron 137 las personas que donaron sus órganos, 28 más que un año antes y, también en este caso, una cifra histórica. Este registro sitúa la tasa de donación  en 50,7 por millón de habitantes, ligeramente por debajo del promedio del Estado (52,6), donde 2.562 personas cedieron sus órganos a otros tras fallecer. A nivel autonómico, Cantabria encabeza la estadística, con una proporción de 94,9 donantes por millón de censados.  

¿De qué perecieron los donantes?

La principal causa, que detonó el 54% de los óbitos, fueron accidentes cerebrovasculares. Otro 4% de los donantes fueron víctimas de traumatismos craneoencefálicos debidos a accidentes de tráfico, en tanto que un 18% expiró por anoxia, y un 13% perdió la vida por traumatismos cerebrales diferentes a los sufridos por siniestros viarios. Otro 11% de las muertes se debieron a otras causas.

¿Cuál fue el perfil del donante?

La directora de Ados apuntó a un cambio, pues “hoxe máis da metade teñen máis de 60 anos e só un 11,5% está por debaixo dos 45”. El promedio se sitúa, de hecho, en los 60,5 años. Como dato llamativo figura que hubo un donante que había cumplido los 87, en tanto que cuatro eran menores de edad.

En total, en Galicia hay activas 126.738 tarjetas de donantes después de que 2.453 ciudadanos la solicitaran el año pasado.

Actualmente, “oito de cada dez familias din si á doazón”, constató López, que explicó que las tasas de negativa de las familias se han consolidado “en valores por debaixo do 20%”, concretamente, en el 19% en el ejercicio pasado, un hito que atribuyó a la “enorme profesionalidade” de los sanitarios que tratan el asunto con los allegados de los fallecidos cuando pasan por su peor trance.

En lo que toca a la donación en asistolia, un procedimiento que se realiza en solo 26 países del mundo y que España lidera al ser el único que logra transferir con éxito todo tipo de órganos de estos donantes, en Galicia –donde el  programa arrancó en 2012-- hubo 59 donaciones, un 34% más.

La regulación de la eutanasia contribuyó a aumentar las donaciones

La directora de Ados explicó, además, que la regulación de la eutanasia, que data de 2021, ha contribuido al aumento de estas actitudes solidarias al permitir a quien se acoja a la muerte asistida dejar por escrito su deseo de donar una vez que su vida llegue a término. Desde su entrada en vigor, esta vía permitió trasplantar a 45 pacientes que esperaban una oportunidad. De este total, 31 se vieron beneficiados el año pasado después de que seis personas se acogiesen a la eutanasia.  

¿Cuántos pacientes están en lista de espera?

La responsable de la Axencia de Doazón de Órganos e Sangue señaló que, por primeira vez, el listado está por debajo de los 200, al contabilizar 193 enfermos que aguardan una llamada que les puede salvar la vida. En 2011, eran 455 los que estaban en esta situación.

Del total de casos, 131 enfermos precisan un riñón; 24 aguardan un hígado; 19, un páncreas; 13, un nuevo corazón y seis padecen del pulmón.

“Me dijeron: 'Hay un órgano para ti', cuando ya no esperaba seguir vivo”

Carlos Sánchez Montes, comandante del Ejército de Tierra retirado y presidente de la Asociación de Deportistas Trasplantados y en Diálisis de Galicia (Detradi), puso voz este jueves a los pacientes que han logrado salvar la vida gracias a la generosidad de otros. En el acto celebrado en Santiago, agradeció la labor de la unidad del Chus que le devolvió a la vida cuando su existencia dio un giro inesperado en 2013. Diagnosticado de hepatitis C, sus médicos le indicaron que pasaría a formar parte de la lista de espera para un trasplante de hígado porque “no existía otra alternativa”.

Al saber que contaba con una esperanza de vida de un año, “la incertidumbre, el miedo y la desesperación” se fundieron con momentos de “resignación”.

“Tenía asumido que mi vida iba a finalizar e intentaba  mantenerme activo, aunque fue muy duro”, explicó ante los presentes, emocionado. Relató como su médica, la hepatóloga Esther Molina, le animó a no tener “miedo”. En peores circunstancias se había visto, como la guerra de Afganistán.

Y “a las 13.04 horas” del 1 de enero de 2014 sucedió el esperado “milagro”, cuando recibió una llamada de Molina. “Me dijo ven al hospital, hay un órgano para ti. Esa llamada transformó mi vida en un momento en el que no esperaba seguir vivo”, admitió Sánchez, profundamente agradecido con su donante y la familia de este.

Convencido de que la donación de órganos prueba que “hay vida de calidad tras la muerte”, Sánchez loó la “profesionalidad y humanidad” de los equipos médicos. Como portavoz de Detradi, apostó por seguir “trabajando juntos” para que el mensaje cale.

Por parte de los facultativos, el coordinador de trasplantes del Chuac, Fernando Mosteiro Pereiro, explicó algunos pormenores de la logística que entraña la donación y el trasplante y destacó la “importancia de la donación en asistolia”, que implica la preservación de los órganos con dispositivos de circulación extracorpórea (Ecmo). También reconoció que la implementación de la eutanasia en Galicia ha permitido “mejorar las tasas de trasplante, beneficiando a pacientes en lista de espera”.  

Rueda agradece a los equipos médicos que funcionen "como un reloxo suízo"

Por su parte, el presidente de la Xunta agradeció a los equipos sanitarios que funcionen “coma un reloxo suízo” y aguardó que las gráficas de 2025 deparen nuevas cifras históricas. Pese a admitir que “a sanidade ten moitísimas cousas que mellorar” y apostar por acompañar los avances con más inversión pública, el titular del Ejecutivo autonómico incidió en que los trasplantes evidencian que “cando hay un problema grave a sanidade pública salva vidas”.

Alfonso Rueda hizo hincapié en que “a solidariedade” es clave para que España sea un referente en este campo a nivel mundial.