Los expertos avisan: dos de cada 10 viviendas gallegas superan los niveles de riesgo de radón

Medidor de radón. SANTI ALVITE (USC)
Investigadores del Laboratorio de Radón de Galicia y administradores de fincas repasan la legislación que obliga a efectuar mediciones en centros de trabajo y a controlar este gas radiactivo en reformas y obras nuevas

Un 70% del territorio gallego presenta concentraciones de radón superiores a los niveles que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS), que estableció el tope en 300 bequerelios por metro cúbico (Bq/m3), y los estudios indican que más del 20% de las viviendas analizadas tiene una presencia de este gas radiactivo —ligado al desarrollo de cáncer de pulmón— por encima de los topes establecidos. Ante esta panorámica, el Colegio Oficial de Administradores de Fincas de Galicia (Coafga) celebró este viernes un foro en Santiago con el Laboratorio de Radón de Galicia, que en sus 30 años de actividad ha realizado mediciones en 6.080 viviendas.

En el foco estuvieron asuntos como las obligaciones que afrontan los administradores de comunidades de vecinos en base al decreto de 2022 que desarrolla el Reglamento sobre protección de la salud contra los riesgos derivados de la exposición a las radiaciones ionizantes.

¿En qué centros de trabajo es obligatorio medir el radón?

En aplicación del decreto de 2022, el 22 de junio de 2024 entró en vigor la obligación de las empresas de medir los niveles de este gas en los centros que estén en plantas bajas o soterrados en municipios declarados zonas de actuación prioritaria. Esta exigencia también pesa, lógicamente, en obras, túneles, minas y cuevas en los que haya actividad laboral, al igual que en los lugares en los que se procese, manipule o aproveche aguas subterráneas, como los balnearios.

En vista de estas exigencias, uno de los objetivos del foro de este viernes fue "difundir la necesidad de realizar mediciones en las viviendas gallegas y también en los bajos de los edificios que tengan establecimientos comerciales, pues en los centros de trabajo hay que realizarlas con laboratorios acreditados". Quien lo explica es Alberto Ruano, el director del Laboratorio de Radón de Galicia y catedrático de Medicina Preventiva y Saúde Pública de la USC.

La provincia con menos concentración de radón es Lugo, por el sustrato geológico. Ourense y Pontevedra van en cabeza"

¿Y qué pasa con las viviendas?

Ruano indica que "en torno a un 20% de las viviendas gallegas sobrepasan las concentraciones de riesgo según la OMS", de ahí que el experto considere necesario difundir los efectos de la exposición al radón, los métodos de medición y "cómo se pueden remediar" los excesos. "Mucha gente piensa que si tienen una elevada concentración de radón en su casa no puede hacer absolutamente nada y esto no es así. Hay múltiples formas", indica el investigador compostelano.

El Código Técnico de la Edificación de 2019 —que traspuso una directiva europea de 2013— estableció que las nuevas construcciones deberían contar "con medios adecuados" para limitar la exposición a este elemento que mana del terreno. La medida se hace extensiva a las grandes reformas.

¿El gas se concentra por igual en todos los pisos de una casa?

No. "Sabemos que a medida que uno va subiendo va reduciéndose la concentración. Hay mucho más siempre en una casa unifamiliar, pero, en base a las 6.000 mediciones realizadas, sabemos que hay un cierto número de viviendas localizadas en primeros e incluso en segundos pisos que pueden tener concentraciones por encima de 300 bequerelios", refiere Ruano.

Mapa de la concentración del gas elaborado por el Laboratorio de Radón de Galicia.EP

¿Qué tipo de actuaciones hay que acometer?

El director del laboratorio universitario, que está validado por la Entidad Nacional de Acreditación (Enac), indica que, cuando se detectan niveles excesivos, toca desplegar diferentes actuaciones. "Si tenemos una concentración elevada en un primero o en un segundo piso, lo más probable es que en las plantas inferiores esa concentración sea todavía más elevada". En estos casos, refiere, lo más adecuado podría ser "despresurizar el subsuelo con una arqueta de succión". Otra alternativa sería "impulsar aire" en la parte más baja del inmueble, creando "una sobrepresión" orientada a que al gas le resulte "más difícil entrar en los espacios interiores". El experto señala que también existen "láminas antirradón". "Hay toda una serie de medidas que se pueden activar y que son efectivas, además, en inmuebles construidos", explica.

El director del laboratorio de la USC, que hace mediciones desde 45 euros, incide en controlar los niveles del gas no es "excesivamente caro" y señala que incluso es posible hacer una estimación de costes con la guía del Instituto Galego de Vivenda e Solo.

El radón es un gas presente "en las rocas de la corteza terrestre", entre las que figura el granito, "que contiene mucho uranio". En este punto, Ruano incide en que lo que resulta determinante es el subsuelo sobre el que se asienta una construcción. "Por tener una casa de piedra no podemos asociarlo a tener mucho radón. El principal determinante es la concentración en el interior, no el material constructivo", recalca el profesor, que señala que, por ejemplo, el casco histórico de Santiago presenta altas concentraciones en las casas más antiguas con "peor aislamiento" del terreno.

¿Qué provincias son las más expuestas?

A nivel territorial, las mediciones permitieron constatar que Lugo es la provincia que presenta "menos concentraciones" de este gas por el sustrato geológico. Así "en torno a un 9%" de las casas estarían por encima de los topes. En cambio, en las provincias de Pontevedra y Ourense la ratio supera el 20%.