Los niños gallegos padecen menos la pobreza... pero les faltan vacaciones

Unos niños jugando. EP
Los menores de 16 años de Galicia están en el podio autonómico en alimentación, vestuario y ocio, pero las familias de uno de cada cuatro no pueden permitirse un viaje de una semana fuera de casa al año

Los niños de Galicia viven, por lo general, en mejores condiciones que los del resto de España. Son los cuartos mejor vestidos, los segundos mejor calzados, comen más verduras, frutas, carne y pescado... Pero, en cambio, hay una variable en la que están en los puestos de cola en España: uno de cada cuatro forma parte de una familia que no puede permitirse unas vacaciones fuera de casa.

El Instituto Nacional de Estadística actualizó el módulo sobre carencia material infantil de su Encuesta de Condiciones de Vida. Los datos, referidos a 2024, reflejan que a los menores de 16 años residentes en la comunidad gallega les faltan menos cosas que a la media del país. Apenas el 2,7% –vendrían a ser 8.665 niños, cruzándolo con los datos de población residente– no disponen de ropa nueva, mientras que el 0,6% –menos de 2.000– no dispone de dos pares de calzado "adecuados".

Los resultados también son favorables en cuanto a la alimentación: son los terceros en consumo de fruta y verdura, y los quintos en cuanto a la ingesta de carne, pollo o pescado al menos una vez al día. Estos son lujos imposibles para en torno al 1% de los rapaces, cuando la media estatal asciende hasta el 2,2% y el 2,4%, respectivamente.

Pero Galicia también figura entre las tres comunidades con mejores tasas en otros aspectos que tratan de medir sus posibilidades de cara tanto a formarse como a divertirse.

Figura, pues, en el podio autonómico en disponibilidad de equipos de ocio al aire libre para los niños –bicicletas, patines...–; en proporcionarles un lugar adecuado para estudiar, en el acceso a libros ajustados a su edad, en la capacidad para quedar con los amigos para jugar o tomar algo y, en general, en poder disfrutar "regularmente" de actividades de ocio –como el deporte, tocar un instrumento, participar en organizaciones juveniles...–. 

De entre todo esto, el porcentaje más alto de afectados se observa en ese 3% –aun así lejos del 6,4% español– que no tiene posibilidad de participar en los viajes y actividades organizados en el colegio. Y el 2,9% no puede permitirse celebrar las ocasiones especiales, como un cumpleaños, frente al 5,6% del promedio del país.

Familias monoparentales y extranjeros, los más afectados

La situación parece concordar con que la tasa de gallegos en riesgo de pobreza –una variable que mide cuántas personas tienen ingresos bajos en relación al conjunto de la población y, que por su parte, se ha recortado en más de cinco puntos– bajó del 19,4% de 2023 al 14,2% del año pasado –equivale a algo más de 384.000 personas– y que aquellos que padecen carencias materiales severas bajaron del 8,2% al 4,8%, una ratio tres puntos y medio inferior al promedio de España.

Sin embargo, cabe recordar que los datos generales de 2024 apuntan a que la pobreza no ha disminuido en la misma proporción entre las familias monoparentales y los jóvenes. En parte por la feminización de la pobreza, ya que en torno al 80% de los hogares monoparentales están encabezados por mujeres. El último dato del Instituto Galego de Estadística señala que el 31% de estas familias estaban en situación de pobreza, lo que casi duplica el porcentaje relativo a la población general. 

Pero la tesis también queda apuntalada por las estadísticas estatales actualizadas ayer, en las que se aprecia que los hogares monoparentales, los que tienen más hijos o los de nacionalidad extranjera 
muestran carencias mayores.

Vacaciones prohibitivas para muchos 

El asunto es que estas mejores condiciones de vida parecen pagarse a costa de renunciar a las vacaciones.

Porque, a diferencia del resto de apartados, el porcentaje de menores de 16 años de Galicia cuyas familias no tienen para pagarse una semana de vacaciones fuera de casa –el 25,7%, unos 82.500 chavales– es el séptimo más alto de España. Es la única vez que empeora el promedio estatal (24%). 

En total, es algo que le ocurre al 36,6% de los hogares gallegos.

Empeora el acceso a la atención sanitaria

La encuesta del Ine también aporta otros datos sin desglosar por autonomías, como el de la atención sanitaria.

Así, indica que el porcentaje de hogares con niños menores de 16 años que no recibieron asistencia médica habiéndola necesitado creció desde el 0,2% en 2017 al 2,3% en 2024. 

En el caso del dentista, aumentó del 2,6% al 4%.